Ahora que las tiendas están prácticamente desvalijadas, los habitantes de unos quince barrios temen que sus casas sean el próximo objetivo, por lo que construyeron barricadas y realizan patrullajes uniformados de blanco y armados con palos, machetes y hasta armas de fuego.
Habitantes de Los Cabos decidieron armarse con pistolas, machetes y palos para ahuyentar a saqueadores.
«Estamos haciendo guardia desde el segundo piso, calles en tinieblas, cientos de luces de lámparas de vecinos alumbran de un lado a otro en busca del enemigo», es decir, comandos encapuchados que están asaltando las casas, dijo a la AFP Juan Antonio Carbajal, de la colonia residencial Lomas de San José.
El Gobierno desplegó unos 8,000 militares y policías federales para contener la ola de saqueos que se detonó ante el desabastecimiento de combustible, electricidad, agua potable y víveres, después del huracán.
Hasta el momento al menos a siete personas han sido detenidas por los saqueos, aunque las autoridades batallan para restablecer el orden y el abasto de víveres.
CNNEXPANSION
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