Vivimos en una nación donde la autoridad miente sin dudar y roba sin titubear
¿QUIÉN NO HA ESCUCHADO comentarios que hacen referencia al México delos valores, donde el honor, la honestidad, la solidaridad, la justicia y muchos otros más valores, se transmitían de los padres a los hijos generación tras generación, pero más que con palabras se predicaba con el ejemplo, como lo afirma el famoso dicho «la palabra convence pero el ejemplo arrastra»?
Hoy por hoy vivimos en una nación donde la autoridad miente sin dudar y roba sin titubear, pero peor aún, no existen consecuencias para los actos de corrupción y la falta de resultados, por supuesto que la pérdida de los valores en la sociedad le beneficia a la clase política, ya que con ello se fomenta la complacencia ciudadana para con el mal gobierno y su serie de fechorías.
La incógnita en cuestión es, ¿en qué momento nuestra sociedad entró en la mencionada crisis por la pérdida de valores?, en reiteradas ocasiones escuché que los valores se inculcan o pierden en razón del entorno en el cual se desarrolla un ser humano y que la autoridad poca injerencia tiene al respecto, de hecho yo era un ferviente creyente de tal afirmación, sin embargo coincido en que la situación que vivimos es multifactorial y de carácter individual.
Tristemente en la actualidad el que es honrado, justo y leal es llamado inocente en el mejor de los casos, contrario a eso, el que logra fortuna sin importar sus orígenes, es admirado y reconocido; ¿quién no recuerda marchas a favor de narcotraficantes, manifestaciones en defensa de traficantes de pieles de animales en peligro de extinción, presuntos homicidas y de quienes son encontrados en acopio de armas de uso exclusivo del ejército?, este es el reflejo más pal-pable de la tergiversación de los valores que actual-mente rigen nuestra sociedad.
Lo más preocupante al respecto es que no se vislumbra un futuro promisorio, sino todo lo contrario, vemos cómo van a la alza los divorcios, casos de maltrato intrafamiliar, homicidios, robos a casa habitación, asaltos en la vía pública, los escándalos de los excesos de la clase política, los embarazos prematuros en adolescentes, el involucramiento de jóvenes en actividades delictivas y el surgimiento de los denominados “ladys y lords”,etc.; es urgente que nuestra sociedad despierte y exija no más abusos e impunidad por los actos de corrupción de la autoridad o de aquellos «ciudadanos» que se ostentan de la clase privilegiada.
La pregunta del millón es, ¿cómo recuperar los valores como sociedad?, por supuesto que es más que claro que la recuperación es tarea de todos, debemos fortalecer como premisa el núcleo familiar a través de programas como escuela para padres y enriquecimiento de los programas de valores escolares; imprescindible es generar mejores condiciones educativas, de desarrollo físico y artísticas, por supuesto que es vital la disminución de la brecha de desigualdad social a través de mejores oportunidades económicas, pero lo más importante será el que cada quien aporte su granito de arena desde su entorno y así con ello generar una sinergia de impacto en nuestra sociedad.
Erwin Areizaga
/Discusiones
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