En esta exhibición, única en el mundo, las estatuas bajo el agua atraen el crecimiento de corales.
La evolución de los niños y sus alrededores formando un círculo es lo que representa el artista con esta pieza de arte submarino.
Taylor planta corales en sus esculturas, pero nunca altera los escenarios naturales, utiliza los que fueron cultivados en viveros o dañados por turistas.
El artista hace esculturas lo más pesadas posible para que permanezcan en el fondo marino.
«El Vocho tiene la forma perfecta para estar bajo el agua, es redondo para que crustáceos como las langostas y los cangrejos puedan vivir dentro de este».
La sensación de ligereza bajo el agua permite que los visitantes recorran el museo con facilidad, al examinar las esculturas desde cada punto de vista.
«Debido a que estás en un mundo alternativo, tu imaginación es un poco más abierta, es un poco como estar en un sueño».
La escultura vista arriba señala la entrada al parque; contiene paneles solares que la iluminan en la noche para que los barcos no choquen con ella.
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