El equipo de Sergio Valdeolmillos cumplió el trámite y venció a Corea del Sur por 87-71, el rival más débil del grupo D, para lograr su primera clasificación a octavos de final en la historia del actual formato dentro de la Copa Mundial de la FIBA.
El triunfo de Angola sobre Australia, que levantó sospechas por la displicencia del equipo oceánico, mantuvo a México con la obligación de salir a ganar para estar en la siguiente por primera vez, desde que se instauró el formato actual en el torneo de la FIBA.
De hecho México nunca había entrado a octavos de final, solo había participado en las rondas de consolación en los mundiales.
Loa asiáticos resultaron un sinodal débil para medir la ausencia de Gustavo Ayón, quien ha sufrido mucho castigo de los rivales durante todo el torneo y vio descanso en el quinto partido.
Adam Parada inició como centro, pero las responsabilidades las repartió con Marco Ramos, que finalmente pudo aportar a la ofensiva; Adrián Zamora, que volvió a ver acción tras dos encuentros y Héctor Hernández para mantener el dominio en el marcador, no así bajo el tablero, donde los coreanos se vieron agresivos.
Pero era una victoria obligada, ante un oponente que apenas pudo marcar 49 puntos la noche anterior ante Lituania y el equipo de Valdeolmillos amplió la ventaja cada vez que se empleó a fondo. También con un poco de suerte, como al cierre del segundo periodo cuando Román Martínez anotó un triple desde atrás del medio campo para mandar el encuentro 40-30 al descanso.
Pero en el tercer cuarto se estableció el dominio tricolor debajo del tablero, y ahí mismo se fraguó la diferencia de más de 10 unidades que se mantendría durante el resto del encuentro.
El triunfo ayuda en el factor confianza, sobre todo para jugadores como Francisco Cruz, que perdió confianza frente al aro ante Australia y Hernández, que volvió a superar el doble dígito.
Después de hacer historia, solo queda el descanso y preparar el partido más complicado que pudo darse, ante Estados Unidos en octavos de final.
Comments