By Al ser parte de una familia de artistas, Mariana Escobedo Muñoz “sueña con hacer accesible la danza para todos”, en Tijuana. por ello, al lado de sus hermanas Dulce y Alejandra, iniciaron hace siete años el Conservatorio de Danza México (CDM), un espacio con instalaciones de primer nivel y maestros internacionales.
La danza es un lenguaje universal que trasciende barreras culturales y lingüísticas. La pasión por la danza, más allá de ser una forma de expresión artística, tiene el poder de unir a las comunidades, fortalecer la autoestima individual y fomentar la inclusión. Así, permeando esta cultura dentro de la comunidad, podemos construir puentes entre personas de diferentes edades, géneros y orígenes, creando un espacio donde todos pueden compartir, aprender y crecer juntos, siempre al lado de la cultura y bellas artes.
Por ello, en Tijuana, las hermanas Escobedo tuvieron la visión de crear una de las mejores escuelas de danza de todo México, la cual cubre las necesidades educativas y artísticas en la frontera del país, con una escuela donde los alumnos tienen acceso a los mejores maestros internacionales, con instalaciones de primer nivel, con un piso adecuado para la danza.
Mariana es co directora del CDM, y en una amena charla relata sus inicios y su formación en la danza al ingresar a la escuela Gloria Campobello, a los 6 años, donde cursó disciplinas como el ballet, tap, jazz, danzas españolas y danza contemporánea.
Egresada de la licenciatura Danza, por la Universidad de las Américas en Puebla, además cuenta con estudios internacionales de especialización en Madrid, Barcelona, La Habana, Italia, Israel, Nueva York, Los Ángeles, California y Francia.
Su amor por la danza ha llevado a las hermanas Escobedo a convertirse en embajadoras culturales de México y a viajar por el mundo, al tener una capacitación constante bajo la instrucción de los mejores maestros en las diferentes disciplinas y técnicas de baile.
“El proyecto del CDM surge con un sentido de pertenencia grande hacia la ciudad y hacia la danza, nosotras crecimos en la Escuela de Danza Gloria Campobello bajo la dirección de la maestra Margarita Robles Regalado, pionera de la danza en Baja California.
“Mi amor por la danza empezó y se desarrolló ahí, es para mí un orgullo ser discípula de la maestra, le tengo gran admiración, respeto y aprecio, porque me inculcó además de la técnica, la disciplina y el carácter que se requieren para poder profesionalizar cualquier cosa que uno desea realizar; le agradezco que me transmitió esa pasión, esas ganas de danzar y de crear, es por eso que en el CDM decidimos honrarla con un salón que lleva su nombre”, precisa Marianna.
“No solo somos una escuela de danza, somos la mejor experiencia que le pueden regalar a sus hijos, pues tenemos intercambios con otros países además de contar con maestros internacionales dentro del CDM que imparten algunos de los cursos; maestros provenientes de Cuba, España, Nueva York, Los Ángeles, por mencionar algunos”, añade.
Destaca que en el Conservatorio tienen producciones de puestas en escena de calidad, como es el caso de La Bayadera, La Cenicienta, Don Quijote y, recientemente, La Bella Durmiente, en la que participaron más de 50 bailarines en escena, todos ellos parte de la institución, “lo cual es bellísimo porque se llevan la experiencia de participar en producciones de este nivel”.
En ese sentido, Mariana Escobedo explica que es un espacio para aprender las diferentes técnicas de baile de una forma profesional, por lo que el CDM ha logrado hacer accesible para la comunidad el contar con un estudio de danza de gran nivel, sin que los estudiantes tengan que tomar un avión para ir a otra ciudad, para clases de ballet, danza contemporánea, jazz, preparación física para la danza, gimnasia, hip hop, jazz lírico, entre otras;.
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