La Gran Recesión es conocida como el gran destructor de riqueza. Entre los daños causados a los balances personales y el mercado laboral perpetuamente débil, los hogares todavía están tratando de recuperarse por completo. Una generación se vio particularmente afectada y sigue estando rezagada respecto a sus padres en lo que respecta a la acumulación de riqueza.
La Generación X, que incluye a las personas nacidas entre 1965 y 1980, se las arreglaba para tener ingresos familiares más altos que sus padres a la misma edad, pero su riqueza neta no está pudiendo seguir la misma trayectoria, de acuerdo con un nuevo informe de Pew Charitable Trusts. La generación X gana un promedio de $43,000 dólares al año, muy por encima de sus padres, que sólo ganaban una media promedio de $31,000 dólares, con ajuste de tamaño de la familia y de la inflación. En general, tres cuartas partes de la generación X ha superado los ingresos familiares de sus propios padres cuando tenían su misma edad.
A pesar de recibir sueldos más elevados, la Generación X no construye riqueza como hicieron sus padres. El típico integrante de la Generación X tiene casi $13,100 dólares en riqueza. En comparación, la riqueza de sus padres era de $18,350 a la misma edad. La Generación X perdió casi la mitad de su riqueza entre 2007 y 2010, más que cualquier otra generación durante la recesión. El informe explica: “Esta brecha es motivo de preocupación. Si los miembros de la Generación X son incapaces de traducir sus mayores ingresos en riqueza acumulada, ellos siguen siendo financieramente más frágiles que la generación anterior, especialmente a medida que avanzan hacia el retiro”.
¿Qué está frenando la Generación X de crear riqueza? Las secuelas de la recesión todavía se sienten en toda la economía, pero la Generación X también carga con más deudas que sus padres. De hecho, el 97% dice que sostiene algún tipo de préstamo de estudiante, médico, tarjeta de crédito, u otras deudas. La Generación X tienen casi seis veces más deudas que sus padres a la misma edad. Casi cuatro de cada 10 de la Generación X que tienen títulos universitarios y tienen más ingresos que sus padres, cargan con la deuda de préstamos estudiantiles, con una cantidad mediana adeudado de $25,000 dólares.
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