By Los Consejos de Administración demuestran un cierto grado de nerviosismo cada vez mayor, debido a la independencia del negocio en las tecnologías de información (IT). Si bien existen variables como la presión del mercado, la competencia, así como numerosos hackeos en los últimos años a nivel global, los Consejos de Administración se encuentran, en muchos sentidos, en la oscuridad o con altos niveles de incertidumbre en relación con las estrategias e inversiones adecuadas en tecnología para apuntalar el desarrollo del negocio.
Ciertamente, los órganos de gobierno suelen depender de distintos códigos que guían sus actividades; por ejemplo, los Comités de Auditoría, así como el de Prácticas Societarias, basan su actuar en lo establecido en la Ley de Mercado de Valores y en la Ley General de Sociedades Mercantiles, no obstante, en ninguna de las anteriores se proveen los suficientes principios que apoyen al Gobierno Corporativo con relación a las tecnologías de la información.
Al no existir un conjunto de normas o regulaciones sobre el tema, el gobierno de TI en algunas organizaciones no se revisa como parte integral de las estrategias y del impacto que tiene en el modelo de negocio.
En este sentido, habría que preguntarnos por qué se dan estas situaciones, ¿es por usos y costumbres?, ¿porque el Director General no lo propone?, ¿debido a la edad promedio de consejeros que no nacieron y crecieron en un mundo tecnológico y digital?
En este entorno tan dependiente de la tecnología, y donde los modelos de negocio disruptivos hacen cada vez más inminente un cambio en las empresas para su permanencia en el mercado y su supervivencia, es importante que el Consejo de Administración se involucre en las estrategias de TI, como puede ser:
Digitalización y servicios en la nube
Ciberseguridad
Analíticos predictivos
Automatización de tareas con robots
Internet de las Cosas (loT, por sus siglas en inglés)
Al mismo tiempo, el Consejo debe asegurarse de que el área de TI tenga un líder con el conocimiento, habilidades y capacidades para definir y ejecutar un plan estratégico con su respectivo plan de inversión, así como validar un plan de TI y un presupuesto.
La pregunta ya no es si el Consejo de Administración debería participar en las decisiones relativas a la digitalización y a las TI, la pregunta es ¿cómo? Sin lugar a dudas, no existe un modelo único para la supervisión de las operaciones de tecnología de una empresa.
Por ejemplo, una estrategia que funciona bien para un minorista de ropa no es apropiada para una gran aerolínea, así como la estrategia que funciona para una empresa de e-Commerce no puede funcionar de igual manera para una compañía que manufactura cemento.
1.Entendiendo los retos tecnológicos
en el Consejo de Administración
La incorporación de tecnología en la empresa no debe restringirse a lo operativo, el órgano mismo también debe “digitalizarse”.
Hablar de digitalización del Consejo de Administración es hablar de eficiencia, dado que, para cualquier consejero, tener la posibilidad de acceder a información de la empresa en cualquier momento, puede resultar de alto valor.
2.Incluir consejeros con conocimientos tecnológicos: una nueva necesidad en el Consejo de Administración
Hoy cada Consejo de Administración tiene la oportunidad de contribuir de forma que sus sugerencias permitan desarrollar ventajas competitivas donde la tecnología sea la punta de lanza, además de una oportunidad única para la empresa de superar la competencia a través de la tecnología. La oportunidad es excelente y las empresas que cumplan con éxito este desafío capturarán los mercados en el futuro.
3.Estableciendo un Comité de Tecnologías de Información
Los Consejos de Administración deben preguntar a la administración sobre la forma en la que la organización administra los riesgos estratégicos relacionados con la tecnología y el impacto de la digitalización en la actualidad. En particular, los Consejos de Administración deben indagar sobre la estrategia de tecnología de la organización y cómo ésta está integrada en la estrategia general del negocio, prestando particular atención a lo que crea valor para la organización y cómo puede verse esto afectado o mejorado por los desarrollos tecnológicos. Llevar a la empresa hacia adelante no depende necesariamente de descubrir una tecnología innovadora, sino de utilizar las tecnologías existentes para aportar mejoras y optimizar las cosas que son importantes para el negocio, sus clientes, empleados y socios. FRASE DESTACADA: El éxito de una empresa no depende necesariamente de descubrir una tecnología innovadora, sino de utilizar las tecnologías existentes para aportar mejoras.
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