Sin mucho que presumir, México perdió ante la selección de Eslovenia por marcador de 89-68 y ahora queda mucho que arreglar en el día de descanso, antes del partido ante Angola.
El coach Sergio Valdeolmillos apostó por Pedro David Meza como titular en lugar de Marco Ramos, que arrancó ante Lituania, el guardia sinaloense salió con la consigna de marcar personal al jugador de los Suns de Phoenix, Goran Dragic, pero la rotación de los europeos neutralizó el esfuerzo y dieron espacio para que su hermano Zoran Dragic, se despachara con 13 unidades en la primera mitad.
El planteamiento tricolor, se basó en tener tres guardias en la duela la mayoría del encuentro pero ni Jorge Gutiérrez, ni Paul Stoll estuvieron finos a la hora de ordenar la ofensiva y en conjunto, los nacionales fueron víctima de seis robos en la primera mitad, estadística que marcó la diferencia al descanso, cuando México se fue con desventaja de nueve.
Esta si fue una tarde para Ayón, se cuidó de las faltas para evitar lo sucedido el sábado y fue el eje anotador del tricolor, fue efectivo a la defensiva; cada vez que se metió en una buena racha de puntos el equipo reaccionó.
Pero fue el único recurso real de México, Francisco Cruz volvió a estar fino en la ofensiva pero esta vez con menor apoyo de los compañeros. Los eslovenos aprendieron la fórmula y repartieron faltas sobre el nayarita que no anduvo fino en la línea de tiros libres.
Las tres faltas tempranas de Gutiérrez, el único jugador mexicano con contrato en la NBA limitaron su juego, pero no era la tarde del chihuahuense, que vio mínima acción en a segunda mitad al tiempo que los rivales se escapaban por más de 20 unidades. Con los hermanos Dragic combinándose para más de 40.
Siguen claras las deficiencias de México al defender el perímetro y la falta de apoyo debajo de la pintura para Ayón, pero viene uno de los rivales más débiles del grupo, un encuentro para ganar confianza y pensar en la clasificación, de lo contrario, los octavos de final estarán muy lejanos.
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