By Tijuana, BC 2016.- La conferencia La Revolución Mexicana y Álvaro Obregón ofrecida por Pedro Castro Martínez en el marco del Ciclo de conferencias México a través de la culturaemocionó al público en la Sala Carlos Monsiváis del Centro Cultural Tijuana.
“El doctor Castro nos hablará sobre uno de los generales más importantes en el desarrollo de la guerra civil conocida como la Revolución Mexicana que tuvo lugar en a principios del siglo XX y los procesos que la conformaron.” señaló Carlos García Cortés, Gerente de Colecciones Registro y Conservación del CECUT.
“He tenido la fortuna de conocer el CECUT, es un centro de talla mundial, lo único que yo he conocido que se parece a este lugar es el Centro Barbican en Londres, un poderoso, dinámico centro de proyección mundial, enhorabuena a todos los tijuanenses que cuentan con el privilegios de tener este sitio”, dijo Castro Martínez.
A continuación delineó un perfil de gran rigor acerca de Obregón. “Le gustaban los negocios, de niño sembraba tabaco y luego hacia cigarrillos y los vendía, era mecánico, un hombre humilde pero sumamente ambicioso, no simpatizaba con la Revolución, es más bien un admirador de Porfirio Díaz”.
“Obregón estuvo en manos de Villa quien iba a matarlo un par de veces, logró sobrevivir en buena parte gracias a la ayuda de Francisco R. Serrano, un sinaloense al que adoptó como hijo; la primera vez que disparó fue contra unos yaquis que atacaron el tren en que viajaba”, explicó.
“Derrotó a Villa en los campos del Bajío, de ahí viene la leyenda del general invencible que diseñó nuevas tácticas, el era dado a la auto publicidad, de hecho, escribió el libro Ocho mil kilómetros en campaña, donde narró todo lo que hizo en la Revolución, y en el que decía que se arrepentía de no haber sido maderista”, abundo Castro.
“Perdió un brazo en la batalla de León en una hacienda, la esquirla de un cañonazo le arrancó el brazo, en algún momento hacía bromas de la carencia de ese brazo, ‘soy mutilado pero nunca he mutilado mis principios’, decía, ‘no robo tanto nomás tengo un brazo’, le dijo en una entrevista a Vicente Blasco Ibañez escritor español”.
“Nunca mató a nadie con su propia mano, pero si fue responsable de la muerte de muchísimas personas incluso amigos, se quiso suicidar pero no pudo porque se le atoró la pistola”, continuó su explicación desmitificando al personaje.
Una larga serie de preguntas y respuestas vino a continuación, el personaje y el interés del público brindó material para muchos cuestionamientos a quien ha sido uno de los personajes más emblemáticos de la Revolución mexicana.
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