By (Para evitar la ambigüedad, dentro de esta columna se utilizara el concepto de joven que utiliza el IEEPCBC y el INE el cual acota a quienes se encuentren entre los 18 y 35 años.)
La apatía es un mal que nos ha perseguido a lo largo del tiempo, tanto que hasta en los jóvenes que es un sector que (por lo menos eso se supone) es más participativo se hace presente. En Baja California dentro de las elecciones presidenciales del 2012 el 53.77% del padrón electoral votó, de ellos se estima que el 25.27% son jóvenes, por tanto y teniendo en cuenta que representamos el 44% del padrón si todos los jóvenes bajacalifornianos hubiéramos acudido a las urnas en esa ocasión el porcentaje de participación hubiera sido de poco más del 72% lo que se hubiera asemejado al porcentaje de participación de países con mayor avance como Holanda y Alemania. En tal periodo Ensenada fue el municipio con mayor participación (55.87%) caso opuesto de Rosarito con 49.68%, por cierto Tijuana es penúltimo con 52.66% de participación.
En esas pasadas elecciones se eligió presidente por lo que el interés y por lo tanto participación aumenta, en caso de los jóvenes nos vimos claramente involucrados con el movimiento #YoSoy132 lo que generó que nuestra participación aumentara en urnas y por supuesto en redes sociales. En estas elecciones intermedias el contexto es distinto y lamentablemente hay cuestiones que en lugar de estimular inhiben la participación de parte de las campañas locales como las siguientes:
Falta de candidatos jóvenes.
Casi la mitad de quienes iremos a las urnas somos considerados jóvenes, pero este porcentaje no se ve reflejado en las candidaturas ya que menos del 10% lo son y algunos de ellos llegaron allí por conexiones personales y no por méritos. Fuera de las candidaturas hay jóvenes involucrados en las campañas, sí, pero a estos solo se les dio la función de brigadistas desaprovechando por completo su potencial. Al ver relegada a su generación a pesar de ser casi total mayoría poblacional es natural que los jóvenes aumenten su apatía ante estas elecciones.
No hay propuestas para nuestra generación.
Como he señalado en otras ocasiones, las propuestas que presentan las y los candidatos a diputados son genéricas de más, presentan propuestas que son urgentemente obvias mas no indican la vía a lograrlo, y en algunos casos es peor ya que anteriormente han tenido oportunidad de llevar a cabo lo que ahora proponen por lo que si credibilidad disminuye.
En ese sentido, las propuestas son tan escuetas que los jóvenes no tenemos espacio en ellas. Algunos candidatos solo mencionan que si se mejora la situación de toda la población con sus propuestas por ende habrá mejoría para nosotros. ¿Y los rechazados de las universidades? ¿Y los miles de egresados que no encuentran empleo? ¿Y los estudiantes que por limitaciones económicas tienen que salirse de estudiar? ¿Y los jóvenes emprendedores? Hay problemáticas que son relacionadas a nuestra generación que solo han sido ignoradas.
Para concluir…
Por tanto muy probablemente haya una menor participación de las y los jóvenes en estas elecciones, y no es culpa propia sino que se han presentado plataformas poco atractivas para este sector tanto de los partidos como de las organizaciones juveniles. Pero no basta con echarle la culpa a otros, habrá como jóvenes poner de nuestra parte para marcar la diferencia desde las urnas incluso incentivar y participar en iniciativas provenientes de asociaciones juveniles.
Si la juventud bajacaliforniana votara otro seria nuestro estado.
Por Gerardo Salas.
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