Jordi Muñoz, el bajacaliforniano que revolucionó la tecnología con la invención de los drones

En 2007, Jordi Muñoz, joven originario de Tijuana, Baja California, enfrentaba uno de los momentos más desafiantes de su vida.

Tras ser rechazado en dos ocasiones por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), se mudó a Estados Unidos con su novia. Allí, sin documentos que le permitieran trabajar, se dedicó a una pasión que le cambiaría la vida: la tecnología. A sus 20 años, sumido en la desesperación, Jordi encontró refugio en la computación y la experimentación tecnológica​.

Su trayectoria como inventor de drones comenzó de manera inusual. Durante el tiempo que esperó obtener su tarjeta de residencia en Riverside, California, Muñoz decidió experimentar con los sensores de su consola Nintendo Wii.

Cuenta que utilizó la plataforma Arduino, que le permitía manipular y crear dispositivos desde casa, y con ello hackeó un helicóptero de juguete para convertirlo en un dron controlado remotamente​.

Este invento rudimentario fue el primer paso hacia una empresa que cambiaría la industria de los drones para siempre.

Muñoz compartió sus avances en un foro en línea para entusiastas de drones caseros, lo que atrajo la atención de Chris Anderson, editor en jefe de Wired y fundador de DIYDrones.com. Sin haberse conocido en persona, Anderson le envió un cheque de 500 dólares para que continuara con sus proyectos​.

Así comenzó una colaboración que culminaría en la creación de 3D Robotics, la empresa de drones más grande de América del Norte.

En 2009, junto a Anderson, Muñoz cofundó 3D Robotics, una compañía que en su mejor momento llegó a tener más de 300 empleados y oficinas en Berkeley, San Diego y Tijuana.

A pesar de no contar con estudios formales en ingeniería, Muñoz asumió el papel de director de tecnología, mientras Anderson se encargaba de la parte comercial. La empresa se convirtió rápidamente en un referente en el mundo de los drones comerciales, superando los 20 millones de dólares en ingresos anuales​.

Uno de los grandes hitos de 3D Robotics fue el lanzamiento del dron «Solo» en 2014, un modelo completamente listo para volar que permitió a usuarios de diversas profesiones, como médicos, abogados o arqueólogos, acceder a esta tecnología. Con Solo, los drones dejaron de ser exclusivos de aplicaciones militares para convertirse en herramientas accesibles y versátiles para todo tipo de usuarios​.

A lo largo de su carrera, Muñoz ha obtenido varios reconocimientos. En 2009, ganó el primer lugar en la Competencia de Vehículos Autónomos, organizada por la Fundación X  En 2013, fue galardonado como el «Estudiante Emprendedor de México» y, al año siguiente, Forbes lo incluyó en su lista de «30 Under 30″​.

Estos logros lo consolidaron como uno de los innovadores mexicanos más influyentes en la industria de la tecnología.

En 2016, la empresa enfrentó un cambio significativo: 3D Robotics dejó de fabricar drones para enfocarse en el desarrollo de software. Esto marcó el fin de una era para la compañía, aunque Muñoz mantuvo sus acciones en la empresa y continuó su carrera como emprendedor en otras áreas​.

«Todo tiene solución. Nada más hay que tener paciencia. 99% es paciencia y 1% inteligencia», afirmó en una entrevista, siendo esta filosofía clave para superar los obstáculos en su vida personal y profesional, desde los rechazos universitarios hasta la creación de una empresa multimillonaria.

Hoy, Muñoz continúa innovando. Aunque ha mantenido un perfil más bajo en los últimos años, sigue desarrollando proyectos en el campo de la robótica a través de mRobotics, una nueva empresa centrada en sistemas de piloto automático y sensores GPS​.

Al paso de los años, y de aquella historia de superación, reforzada con la innovación y el tesón de nunca rendirse, el de Jordi, es el testimonio e impacto positivo de un joven que con pasión, ingenio y perseverancia.  revolucionó la tecnología por y para siempre.