By La policía italiana investiga quienes manejan los negocios en México de la marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby, acusada al lado del ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, de corrupción en actos judiciales.
Lo anterior salió a relucir en un reporte de la policía judicial italiana que forma parte del expediente del llamado caso «Ruby ter» y fue publicado este martes en medios locales.
De acuerdo con el informe, la policía investiga «contactos» de la marroquí con la firma «Magda» en México, que supuestamente manejaría algunos negocios de la joven.
La fiscalía de Milán recién envió un pedido de colaboración judicial a la autoridad mexicana en el marco de las indagaciones sobre el origen del dinero con el que Ruby ha comprado dos edificios, un restaurante y una fábrica de pasta para sopa en la localidad de Playa del Carmen.
La hipótesis es que la muchacha, que oficialmente está desempleada, recibió y seguiría recibiendo altas sumas de dinero de Berlusconi a cambio de su «silencio» sobre el tipo de relación que mantuvieron cuando ella era aún menor de edad.
En el reporte policial también se anotó que el ex novio de Ruby y padre de su hija, Luca Risso, viaja a México con frecuencia para atender los negocios en Playa del Carmen.
El informe estableció que la chica visitaba la villa de Berlusconi en Arcore, Milán, todavía en diciembre pasado y apagaba su teléfono celular para evitar ser interceptada.
Además fueron detectadas llamadas telefónicas entre la marroquí y un hombre que usaba un celular a nombre del Consorzio Servizi di Vigilanza, la sociedad del conglomerado Fininvest de Berlusconi encargada de la seguridad de los dirigentes del grupo y de las mansiones del ex primer ministro.
En fecha reciente, la fiscalía de Milán cerró las investigaciones sobre el caso «Ruby ter» y se aprestaría a abrir un nuevo juicio contra Berlusconi y otras 44 personas bajo las acusaciones de corrupción en actos judiciales, por haber mentido bajo interrogatorio.
Sin embargo, el pasado 10 de marzo la Corte Suprema italiana absolvió en definitiva a Berlusconi de las acusaciones de concusión y prostitución de menor en el capítulo más importante del caso Ruby.
Los jueces determinaron que aunque el ex primer ministro mantuvo relaciones con la chica, no sabía que era menor de edad. También establecieron que Berlusconi no amenazó a la policía de Milán para que el 27 de mayo de 2010 liberara a la marroquí, que había sido arrestada por robo.
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