Estamos ante un Súper Bowl histórico.
El próximo domingo, Seattle buscará conquistar su segundo título consecutivo, algo que ningún equipo logra desde los Patriots hace una década. Un triunfo, particularmente uno convincente, le pondría el sello de calidad a los Seahawks como uno de los grandes conjuntos de la era moderna.
Mientras, el entrenador y el quarterback de Nueva Inglaterra buscan empatar una marca con su cuarto anillo de campeonato.
Sin embargo, como se ha hecho costumbre esta temporada, distracciones importantes han restado atención a lo que sucede en el terreno de juego.
Aún con lo mucho que Tom Brady, Bill Belichick, Pete Carroll y Richard Sherman quisieran que los reflectores se enfocaran únicamente en el encuentro – y los potenciales hitos al alcance – mucho de lo que se hablará antes de la patada inicial no tendrá nada que ver con el partido.
Desde la saga de balones desinflados de Nueva Inglaterra hasta las lesiones de los estelares defensive backs de Seattle, Sherman y Earl Thomas, a las más recientes multas a Marshawn Lynch por su silencio con la prensa, el Súper Bowl 49 está rodeado por una atmósfera circense.
Lo que parece apropiado dado todo lo que ha acontecido fuera de la cancha en la NFL – incluso cuando el fútbol americano se mantiene en lo más alto de la popularidad.
Incluso encontrar algún comentario del enfrentamiento entre la dinámica defensiva de Seattle y el potente ataque de Nueva Inglaterra ha sido un desafío. Todo lo demás, al parecer, ya se ha comentado.
Una semana más
De hecho, es así como Sherman, recordando el año pasado, describe la próxima semana.
«Para nosotros sólo era otra semana de la temporada, obviamente. Estás con estos tipos 180 ó 190 días al año, así que puedes disfrutar de una semana especial con ellos. Puedes conocer a sus familias un poco mejor porque no solo están ellos ahí, también sus familias, sus hijos e hijas».
«Muchas veces no los puedes conocer durante esas semanas, siempre estamos trabajando de ocho a seis (horas) y luego todos se van a casa. Tienes un día durante los campos de entrenamiento para conocer a la familia de los demás, pero es todo. Así que uno pasa un buen rato conociendo mejor a las personas».
Si se dieron cuenta, no habló de fútbol americano.
Sherman insiste que el codo izquierdo que se lastimó en el juego de campeonato de la NFC no será factor.
«Si tuviera que golpear a mi hermano, podría hacerlo», dijo en tono de broma.
Se concentran en el balón
De parte de Nueva Inglaterra no salen comentarios con tono tan ligero. Y tampoco muchos temas de fútbol americano.
Belichick, quien podría igualar a Chuck Noll con cuatro sortijas de Súper Bowl como entrenador en jefe, está en entredicho debido al escándalo sobre la presión de aire de los balones, y no sobre la presión que Seattle puede generar sobre Brady.
Brady, por su parte, será cuestionado sobre el peso de los balones, no sobre el peso de ingresar a territorio de Joe Montana y Terry Bradshaw como ganadores de cuatro Súper Bowls.
«Obviamente preferiría estar aquí hablando de los Seahawks y preparándome para el Súper Bowl, que es lo que hemos intentado hacer los últimos días», comentó.
Y en lo referente a Lynch, aunque es cierto que los Patriotas buscan estrategias para contener a `Beast Mode’, la liga intenta resolver qué hace con él durante el día de prensa y más allá. Lynch fue multado el jueves con 20 mil dólares por un gesto obsceno durante el triunfo sobre Green Bay en el juego de campeonato de la NFC.
En noviembre, fue castigado con 50.000 dólares por no apegarse a la política de prensa de la liga. Otros 50.000 dólares de 2013 que le habían sido retenidos con la esperanza de que cooperara a futuro también le fueron sustraídos porque, de hecho, Lynch no ha hablado cuando se le ha requerido.
Algunas personas en la NFL deben preguntarse qué más podría suceder para alejar el enfoque del duelo entre Patriots y Seahawks.
Lo que la afición al fútbol americano preferiría es volver a centrar su atención sobre las 100 yardas. Tal como el duelo clave entre el tight end Rob Gronkowski y el safety de los Seahawks, Kam Chancellor, tal vez el único defensivo que de alguna forma puede igualar la velocidad y potencia de `Gronk’.
Así como preguntarse cómo es que Seattle evitará los errores que los acosaron durante gran parte del juego por el campeonato de la NFC, donde se colocaron en desventaja de 16-0.
Y como es que jugará el costoso cornerback de los Patriots, Darrelle Revis, en su primer Súper Bowl, luego de siete años de quedarse corto.
También existe lo que algunos han definido como «La venganza de Pete», recordando como Carroll fue despedido por los Patriots luego de la temporada de 1999 y reemplazado por Belichick. Carroll fue a tener un éxito fenomenal en la Universidad del Sur de California incluso cuando su sucesor convertía a Nueva Inglaterra en una potencia. No desplegó animosidad contra la organización de los Patriots – de cualquier otra forma hubiera encajado a la perfección con la temporada 2014, y desde luego, con las últimas semanas.
«Fue un verdadero reto», dijo Carroll, quien compiló marca de 28-23 en tres temporadas con los Patriots. «Es un gran lugar para estar en el mundo del deporte: una gran ciudad, mucha afición, al igual que aquí (en Seattle). Simplemente un tremendo apoyo y, todo de corazón.
«Eso fue en los viejos días en las viejas instalaciones; no estaban tan bonitas como ahora, de eso estoy seguro. Sin embargo, todo eso era algo muy emocionante, tienen un gran historial. No funcionó. Hicimos algunas cosas buenas cuando estuvimos ahí, pero no funcionó y es hora de seguir adelante».
Si, tal vez es momento de seguir delante de todas esas tangibles y concentrare en lo que se supone representa el Súper Bowl: fútbol americano.
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