By Actualmente, la CANACOPE cuenta con alrededor de 3 mil afiliados, de los cuales el 45% son mujeres; sin embargo, Villalobos afirma que son las más participativas durante las capacitaciones y actividades del organismo.
La empresaria y actual presidenta de la Cámara Nacional del Comercio Pequeño (CANACOPE) en Tijuana, Gina Villalobos, descubrió desde muy joven lo que hay más allá del espíritu emprendedor. Desde sus veinte años, mientras estudiaba la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California, comenzó a crear sus primeros negocios.
Esta mujer que está aquí, fracasó en todos sus emprendimientos, en todo lo que no tenía que ver con mi perfil de abogada. Tuve lavanderías, limpiadurías, empresas de alimentos, banquetes y fue muy difícil mantenerlos. (…) Abrí sucursales sin conocimiento, ni preparación o apoyo, con el sólo espíritu
emprendedor, y fracasé,” afirma Gina durante su entrevista para CAMPESTRE.
Esta primera experiencia como empresaria le enseña a Gina Villalobos la importancia de capacitarse en la administración de negocios. Además, al afiliarse a la CANACOPE, entiende que estos organismos no sólo sirven para realizar consultas a la autoridad, sino que ofrecen una red de apoyo para los emprendedores.
“Descubrí los principios básicos con lo que debes de cumplir, cómo tener tu propio sueldo, solucionar problemas. (…) Sí una trabajadora se enfermaba o ya no trabajaba conmigo, yo me ponía a lavar, pues es necesario salir adelante, aunque sea con tus manitas,” expresa.
Además, Villalobos recuerda que su madre, en un principio quería que ella fuera una mujer trabajadora. Con mucho cariño rememora las historias que les contaban sus abuelos, quienes durante años trabajaron cómo pequeños empresarios. Ellos cuidaban una tienda de conveniencia en San Francisco del Oro, Chihuahua, con la devoción de garantizarles un buen servicio a sus clientes, por pocos que fueran.
“Tenemos que ser el puente entre el emprendedor y el empresario. La mayoría del comercio en pequeño empieza, y disculpa el ejemplo, como nadando en una alberca muy honda, solamente sacando la nariz, y de repente pones un pie en el piso y luego lo pierdes. Puede ser la pandemia, los impuestos, las obligaciones de seguridad social, una auditoría del agua, etcétera,” explica Gina Villalobos.
“Mis abuelos vivían en un pueblo minero, al ver que faltaba una tienda, porque la de raya estaba muy lejos, ellos establecieron una muy famosa. (…) Pero mis abuelos no forman la segunda generación de empresarios y mis papás me decían, estudia para que tengas un buen trabajo. Irónicamente, mi juego favorito de niña era ser secretaria,” dice entre risas la empresaria de 45 años, quien celebra los recientes cambios en los roles de género.
Gina comenta que debido a las experiencias negativas que vivieron sus abuelos, sus papás tenían una mala opinión del emprendimiento. Sin embargo, ella está muy agradecida por lo que seguir este camino le ha traído a su vida. Actualmente dirige el despacho de consultoría empresarial, V & A Litigio estratégico, en el que ayuda a sus clientes a alcanza el éxito.
Asimismo, cada vez que charla con alguno de los afiliados de CANACOPE, recuerda el afecto con que sus abuelos se despertaban a las cinco de la mañana para poner el café que iban a vender, mientras platicaban con sus clientes.
“Ahora a mis hijos no les digo que estudien para que tengan un buen trabajo; ahora, creo que es mejor formar un emprendedor. (…) Esta visión de que los niños tengan esta formación empresarial desde pequeños, desde cómo invertir, dónde invertir, ahorrar. Eso de vender la limonada a $5.00, de ¿cuánto vas a invertir en eso?, ¿cuánto te va a dejar? Esa formación que yo no tuve. Quiero inculcarles que crear negocios es tu aportación a la sociedad, crear empleos y darles una buena calidad de vida a las familias que trabajan contigo”, explica.
Antes de terminar la entrevista, Gina remarca la importancia de capacitarse y buscar ayuda cuando se empieza un negocio; pero lo más importante es tener fe en sí mismo. Además, recuerda que en la CANACOPE ofrecen capacitaciones de todo tipo.
“Ahora está muy latente el marketing para redes sociales, lo fiscal es de cajón. Tenemos un taller muy exitoso que es “emprende legalmente” que es para llevarlos a la formalidad sin miedo. La membresía es anual, pero nosotros les llevamos todas sus licencias. Hay a quién le gusta estar solo, pero siempre pueden volver y pedir ayuda antes de volver a intentarlo,” explica la empresaria, quien disfruta de ayudar a crear negocios exitosos.
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