Cuando hablamos sobre explotación de indígenas o de jornaleros se piensa en estado del sur del país, pero lamentablemente Baja California no está exenta.
A raíz de protestas de jornaleros en San Quintín ha salido a la luz un mundo poco conocido por el grueso de la población bajacaliforniana, en la frontera sur de nuestro estado hay decenas de miles de estos trabajadores que han decido organizarse para exigir los siguientes puntos:
- Que el salario de 110 pesos al día por una jornada de 12 horas, se incremente a por lo menos 300 pesos.
- Jornada laboral sea disminuida a las horas de Ley y no a las doce que trabajan actualmente.
- Ser afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social, dado que no cuentan con prestaciones sociales de ningún tipo.
- Tener vacaciones.
- Que se respete el séptimo día de descanso.
- Horas extra sean a voluntad y pagadas de manera adicional.
- Que acabe y se investigue el acoso sexual que se ha dado contra mujeres jornaleras de manera común.
- Diálogo de negociación que incluya a los jornaleros, los patrones y el Gobierno del Estado.
En resumen: Ser tratados como humanos.
Considero que es de aplaudir el liderazgo de los dirigentes de este movimiento, gracias a ellos han canalizado la inconformidad para exigir condiciones dignas. Aun y con ello considero que actos de vandalismo y los robos a establecimientos locales como ha ocurrio desvirtuaran este y cualquier movimiento que abanderen causas justas, por tanto se deberá tener cuidado en que esos actos se eviten en la medida de lo posible que incluso dan pie a motivar la intervención de policías como ha sido el caso.
Hasta el momento que escribo estas líneas no hay acercamiento formal entre las autoridades y los interesados, de hecho, a pesar de que el gobernador haya agendado una reunión con los jornaleros y que estos de manera pacífica lo esperaron durante 4 horas jamás se dio tal encuentro… o por lo menos en tierra, que se dice que Vega sobrevoló en helicóptero la zona pero jamás aterrizo; los motivos son desconocidos aunque se vale deducir.
Respecto a la primera petición no debemos dejarnos llevar por lo aparente, si bien se puede considerar justo un aumento de salario las autoridades deberán hacer una objetiva valoración de la situación financiera de sus patrones quienes podrían no tener las utilidades suficientes como para solventar el aumento ya que hay casos donde los intermediarios son quienes tienen mayores ingresos que los mismos productores. En ese caso los patrones podrían incluso ser victimas, que no necesariamente los dueños de las tierras son grandes empresarios.
El caso está sonando ya nacionalmente, y no es para menos, es indignante que haya mexicanos trabajando en estas condiciones como lo es que el gobierno estatal este teniendo tan poca atención en el tema sin contar que las declaraciones existentes han sido por de más lamentables habiendo incluso rumores de comentarios burlescos de funcionarios de primer nivel hacia los jornaleros.
Es buen momento para demostrar que realmente en este gobierno la gente manda.
Por Gerardo Salas.
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