Estados Unidos anunció este jueves que rechazará una solicitud de México para recibir un suministro especial de agua del Río Colorado destinado a la ciudad de Tijuana, lo que representa un nuevo episodio de tensión en la ya complicada relación bilateral.
La negativa, emitida por la Oficina del Departamento de Estado para América Latina y el Caribe, responde al supuesto incumplimiento de México en sus compromisos establecidos en el tratado de 1944 sobre el reparto de aguas entre ambos países.
“Las continuas deficiencias de México en sus entregas de agua bajo el tratado diezman la agricultura estadounidense, en particular en el valle del Río Grande”, se lee en el comunicado difundido en la red social X.
Tijuana, ciudad clave en la frontera y eje de la industria manufacturera binacional, depende en un 90% del agua proveniente del Río Colorado. La decisión de Washington de frenar un canal especial para esta urbe ha generado preocupación no sólo por el abasto local, sino también por su impacto económico y social en la región.
El tratado firmado en 1944 obliga a Estados Unidos a enviar agua del río Colorado a México anualmente, mientras que el gobierno mexicano debe devolver volúmenes del río Bravo (o Grande) en ciclos de cinco años, el actual concluyendo en octubre de 2025. Sin embargo, las condiciones climáticas no previstas al momento de su firma —como las sequías persistentes y el crecimiento demográfico— han complicado su cumplimiento.
En noviembre pasado, ambos países firmaron un acuerdo para mejorar la coordinación y evitar escasez en los estados del sur estadounidense. No obstante, las fricciones se han intensificado.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, reconoció la complejidad del tema. “Ha habido menos agua, es parte del problema”, declaró este jueves en conferencia de prensa, y aseguró que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) ya están atendiendo el asunto.
En el sur de Texas, los productores agrícolas —especialmente de algodón y cítricos— advierten que el futuro de sus cultivos está en riesgo. Legisladores como el senador Ted Cruz han sido enfáticos: “Los agricultores de Texas están en crisis debido al incumplimiento de México”, publicó también en X, celebrando la postura del Departamento de Estado.
En el caso de Estados Unidos, el caudal del río Colorado también abastece a ciudades como Los Ángeles y Las Vegas, y su descenso ha sido acelerado por las sequías y el elevado consumo agrícola, especialmente por parte del sector ganadero.
Esta disputa se suma a una lista creciente de temas espinosos entre ambos países, como los aranceles comerciales, la migración y la seguridad fronteriza.
Para Tijuana, la decisión estadounidense representa un golpe directo a su sostenibilidad hídrica.
En el corto plazo, obliga a México a replantear estrategias urgentes para garantizar el abasto de una ciudad que se ha convertido en columna vertebral del desarrollo económico del noroeste del país.
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