Cada ves mas, los carteles de las drogas están utilizando a Estudiantes con mochila al hombro para traficar pequeñas cantidades de Cocaina, Heroína, metanfetaminas y otras sustancias. En principio las autoridades no exigían revisión al parecer inofensivos o poco probables de ser delincuentes, las confiscaciones de los últimos años, demuestran lo contrario.
A los estudiantes les parece fácil, obtener una ganancia temporal para pagar estudios o darse un lujo, Carlos Zamudio, investigador del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas, afirma que en el Aeropuerto Internacional de Tijuana (AIT), ciudad donde al ser detenidas, las mulas que trafican bajas cantidades no son juzgadas por narcotráfico o delitos contra la salud, aunque sí son canalizadas al Ministerio Público local, pero se aplican sentencias menores.
Durante una revisión de rutina en el AICM, (Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México) en 2008, efectivos de la Policía Federal (PF) detectaron medio kilo de cocaína pegada al abdomen de Lo Sasso Carmine, un italiano de 39 años, que junto al estadounidense Robert Warren buscaban llegar a Nápoles, Italia, con previa escala en España.
Tres años después, otra mula, de nombre Charonitis Zacharias, pretendía llevar a Grecia medio kilo del polvo blanco escondido en una maleta. El año pasado, dos japoneses fueron aprehendidos por llevar 220 tabletas de metanfetaminas.
Datos de la PF, obtenidos vía transparencia, revelan que de 2006 a 2014 fueron detenidas en el aeropuerto capitalino 259 personas por el delito de posesión de drogas; empero, un boletín de 2011 emitido por la misma dependencia da cuenta de 700 aprehensiones sólo en ese año por el mismo delito.
Todos ellos son mulas del narcotráfico y en el grupo ya no sólo hay centroamericanos, colombianos o mexicanos, sino que se han sumado rumanos, españoles, italianos e incluso orientales que viajan como jóvenes turistas de clase media o incluso media-alta. Y además, hoy ya se les llama freelance.
Expertos en la materia coinciden en señalar que la nueva generación de pequeños traficantes está conformada por universitarios, profesionistas e incluso empresarios que transportan drogas en cantidades menores, y que por eso pasan sin mayor problema los filtros de seguridad de los aeropuertos.
‘Freelance’ clasemedieros
Antonio Mazzitelli, representante en México de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), comenta en entrevista con EL UNIVERSAL que esta transformación en el trasiego de drogas se debe a la democratización que experimentaron los mercados, “en el sentido de que, sobre todo cuando hablamos de tráfico aéreo, hay más freelance; entonces, desde el punto de vista numérico, aumenta la cantidad de operadores, lo atomiza y hace más difíciles las incautaciones”.
“El mercado de las mulas se ha refinado”, sentencia por su parte Norberto Emmerich, especialista en narcotráfico latinoamericano y académico del Instituto de Altos Estudios Nacionales en Quito, Ecuador, en entrevista telefónica. Debido a que los controles antidrogas están centrados en viajeros colombianos o centroamericanos (comunes en operaciones de narcóticos), los freelance pasan inadvertidos en las terminales internacionales del AICM por su aspecto clasemediero que los hace lucir como simples turistas o estudiantes fuera de todo contexto marginal, explica el también doctor en Ciencia Política.
En el caso de los universitarios, éstos trabajan como mulas en dos o tres ocasiones. “El propio pasador crea su mercado entre la comunidad estudiantil. Esa es la idea, incluso el concepto de freelance en el tráfico, de mulas de clase media o alta”, explica Emmerich, también experto en seguridad nacional.
El trasiego de enervantes con los freelance se suele cobrar igualmente con drogas, dice el especialista, aunque en términos legales no son narcotraficantes, pues las operaciones tienen lugar en sus años de vida universitaria, en pequeños y breves circuitos que responden a una “urgencia”, cuando alguna localidad europea —o americana— sufre desabasto, y únicamente para el mercado minorista. “Ni siquiera para pequeños cárteles, sino grupos que están empezando a hacer su actividad y contratan mulas para entregas puntuales”, indica.
Nuevamente aquí Carlos Zamudio , investigador del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas, A.C., afirma que “es la lógica que se sigue en el narcomenudeo”, usar a Jóvenes estudiantes por trabajo de ocasión.
Al menos desde 2006 son numerosas las incautaciones, pero en su mayoría se trata de cantidades menores para el mercado de las drogas.
“Lejos de tener un Leviatán de la droga, tienes a miles de hormigas actuando de forma azarosa para sus propios intereses, lo que dificulta frenar las operaciones aeroportuarias”, comenta el académico de la Universidad La Salle (ULSA) Ricardo Bernal Lugo, especialista en procesos de transformación del trabajo.
—¿El tráfico de drogas vía aérea dejará de ser atractivo en algún momento hasta para los freelance? —se le pregunta a Mazzitelli.
—El freelance es siempre freelance; el medio de transporte más barato y eficiente es el transporte aéreo, entonces seguirá siendo relevante —responde el experto.
Revelaciones sobre EL SEÑOR DE LOS CIELOS
Cuando tomó las riendas del Cártel de Juárez, en 1993, Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, comenzó una revolución en el trasiego de drogas a gran escala, gracias a una flotilla de más de 727 aviones, con los que traficaba diariamente más de mil 500 kilos de cocaína a EU, según Tomás Colsa McGregor, quien fue su joyero.
Tras su muerte, esta lógica se alteró, pues ahora las cifra revelan que las cantidades son ínfimas y dispersas gracias a los freelance, en comparación con lo que movía el capo en sus años de esplendor.
Actualmente, “lo que vemos en realidad es la maleabilidad y la capacidad que está teniendo el narco para adaptarse a la lógica de acumulación de capital en el traslado aéreo”, asevera Bernal Lugo en referencia al peso de la globalización en las operaciones criminales, mismas que se vieron hasta cierto punto beneficiadas, toda vez que el comercio global reduce tiempo y espacio.
A decir de Mazzitelli, “este tráfico [el aéreo] tenía una justificación hace 20 años, ahora se ha vuelto más complejo, los costos son más altos y la posibilidad de detección también. Económicamente es más efectivo enviar un container con una tonelada, que mil mulas. Los freelance pueden hacer varios viajes, pero tarde o temprano se caen o los delatan”.
Y sentencia: “Estos chicos se mueren o los hacen morir”.
El Universal
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