Un informe revelado el martes y elaborado por una decena de empresas expertas en seguridad informática atribuye a China una ola de ataques informáticos de una sofisticación sin precedente.
La ofensiva, que el grupo de investigadores denominó Axiom, afectó, durante al menos seis años y de manera en extremo precisa, a organizaciones civiles (ONG), prensa, empresas e individuos cruciales para el poder chino, mediante instrumentos muy variados.
Según el informe, el grupo podrá estar detrás del ataque contra Google en China, que llevó a la firma norteamericana a retirase de ese país. El informe sigue a una primera publicación, revelada a mediados de octubre, así como a un boletín de alerta del FBI, prueba de la inquietud de las autoridades de EU frente al ataque.
Los ámbitos involucrados en los ataques van desde ONG de defensa de los derechos humanos hasta empresas de sectores industriales que se han convertido en prioridad para China, como la industria de los semiconductores. El informe revela ataques contra disidentes chinos. En total, al menos 43 mil computadoras, esencialmente en EU y Europa, se vieron afectadas.
El grupo, que según el informe “dispone de recursos financieros importantes”, opera “con un objetivo estratégico coherente y de largo plazo”. El informe destaca que el ataque puede estar, con “una certeza de moderada a elevada”, ligado al aparato de inteligencia de China.
No es, en modo alguno, la primera vez que EU —o empresas de ese país— denuncian a China. El caso más célebre es el de la “unidad 61398”, un grupo de piratas chinos que operaba desde Shangái, identificado en febrero de 2013 por la firma estadunidense Mandiant como el origen de una amplia ofensiva contra los intereses económicos de Estados Unidos.
Por la amplitud de su ataque, sofisticación, discreción y disciplina, Axiom sobrepasa a la unidad 61398.
Esta vez los expertos no han podido precisar cuál es la unidad china detrás del ataque, ya que los piratas no dejaron ningún rastro, lo que muestra “un conocimiento de las técnicas de investigación que los distingue claramente de otras amenazas sofisticadas”.
El grupo se felicitó por haber sido el primer ejemplo de cooperación interempresas —algunas en competencia entre sí—, destinado a detectar y rechazar un ataque informático. La unión permitió proveer una gran cantidad de instrumentos de detección y de supresión de los programas de espionaje, gracias a un programa liderado por Microsoft.
El vocero de la embajada China en EU dijo a The Washington Post que “este tipo de informaciones resultan, por lo general, imaginarias”, tras explicar que la ley china prohíbe este tipo de ataques.
La relevación ocurre cuando el tema del mutuo ciberespionaje entre EU y China está en el menú de una visita de Barack Obama a Pekín el mes próximo. Las revelaciones sobre Axiom van a apoyar la posición de los estadunidenses.
En cuanto a Pekín, no está de más recordar que documentos sustraídos a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) por el entonces espía de EU Edward Snowden arrojaron una cruda luz sobre prácticas, muy similares, aplicadas por EU contra China y otros países del mundo.
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