By Su trayectoria se caracteriza por el admirable equilibrio entre pasión y determinación. La capacidad para armonizar con maestría el amor por su familia y dedicación a la arquitectura, demuestra que es posible unificar exitosamente distintas facetas.
La arquitecta Erika Lin se ha convertido en emblema de armonía entre la vida profesional y personal. Su historia mezcla la dedicación inquebrantable a su familia y a la pasión por el diseño de casas y residencias de lujo en Tijuana y California.
“Soy una persona muy soñadora y visionaria, dedicada a promover proyectos de alto nivel en México y Estados Unidos. Además, soy madre de tres hijos y me considero una esposa muy enamorada”, afirma en una plática con CAMPESTRE.
“Me casé con un hombre maravilloso, súper alineado con mi visión de vida, que me apoya increíblemente, que está orgulloso de mí siempre, es es mi fan número uno, que me echa porras y que me ayuda”.
Al ser madre y esposa, considera estos roles los más importantes, los cuales se convierten en complementos esenciales que robustecen su personalidad y aportan profundidad a su perspectiva profesional.
Se autodefine como una mujer de gran honestidad y rectitud, atributos que resplandecen en ella a través de un marcado sentido humano, evidente tanto en su interacción con los demás, como en su enfoque profesional.
Revela que ha hallado inspiración y orientación en el libro “El poder de las palabras” de Mariano Sigman, obra que ha impactado profundamente su vida y filosofía.
Igualmente, subraya que la frase “El límite de lo posible y lo imposible se mide por la voluntad del ser humano” de Andoni Luis Aduriz, resuena profundamente con ella, reflejando su filosofía de vida en la que la voluntad y la determinación son claves para el éxito.
Profesionalmente, menciona que ha sido influenciada por las filosofías de Adolf Loos y Frank Lloyd Wright. Nos menciona que la simplicidad pragmática de Loos y la innovación visionaria de Wright han dado forma a su enfoque arquitectónico, posibilitándole diseñar espacios estéticamente atractivos, funcionales y humanizados, reflejando la fusión entre arte y técnica para crear ambientes que enriquecen la vida de las personas.
• EL ARQUITECTOS •
En el 2007 fundó el despacho de Arquitectura e Interiorismo EL Interior que posteriormente mudaría de nombre al actual EL Arquitectos, estudio que es integrado por profesionales de diferentes campos, comprometidos en lograr la excelencia, capaces de resolver con creatividad y análisis, proyectos arquitectónicos sobresalientes, pensados en el confort, la seguridad y las necesidades.
“En EL ARQUITECTOS, nos dedicamos a superar los límites de la innovación y la tecnología en construcción. Consideramos los materiales del entorno local y mantenemos un firme compromiso con el medio ambiente.
Nuestro objetivo es crear espacios que superen las expectativas de nuestros clientes y sean una fuente de inspiración para quienes los habitan”, afirma. Eres arquitecta, madre, esposa y empresaria, ¿cómo logras armonizar todas estas facetas?
“La clave es que todo lo que hago ha sido mi sueño y por lo que he trabajado. Desde joven soñé con tener un despacho creativo con muchos arquitectos. A pesar de los retos, sigo motivada. Me cuido mucho como persona, invierto tiempo para mí; me ejercito y cuido mi salud. Yo creo que cada cosa que hago la hago porque es mi decisión y la voy cumpliendo”.
¿Por qué decidiste dedicarte a la arquitectura? “Nací con esa pasión. Desde pequeña, lo primero que notaba en cualquier lugar era el espacio. Tengo una mente muy tridimensional y siempre imaginaba cómo modificar espacios, muros y muebles. Analizaba los materiales y la arquitectura me permite fusionar mi lado artístico y técnico, equilibrando la creatividad y la retórica”.
• SU RECORRIDO •
A través de su dedicación y tenacidad, ha logrado destacar en un campo dominado por figuras masculinas, demostrando que la sensibilidad y la fortaleza pueden ir de la mano.
Para Erika, la arquitectura trasciende ser simplemente una profesión; es una forma de vida que le permite canalizar su creatividad y su pasión por los espacios habitados.
“Soy una persona apasionada por el trabajo bien hecho; nuestros proyectos son muy impecables. Disfruto el proceso y me gusta aplicar metodologías que me ayudan a crecer profesional y personalmente”.
Por eso, cada proyecto de Erika Lin es una historia de pasión y dedicación. Su enfoque en la arquitectura residencial no es casualidad; refleja su profundo entendimiento de la importancia del hogar en la vida familiar. Considera que cada casa es un reflejo de las personas que la habitarán, un espacio que debe resonar con su esencia y abrazarlos como familia. Este enfoque personalizado ha resultado en obras estéticamente impresionantes y emocionalmente significativas para sus clientes.
• AMOR POR TIJUANA •
Tijuana es un manantial de oportunidad, crecimiento, dinamismo, visión y energía. Es la ciudad que la formó y a la que se siente profundamente comprometida a contribuir y devolver todo lo que ha recibido. Su amor y dedicación a Tijuana se reflejan en cada proyecto que emprende y en su constante búsqueda de mejoras para la comunidad, hace saber en la plática.
“Debemos aprovechar las oportunidades de nuestra región. Ver el valor que tenemos como bajacalifornianos y estar listos para dar lo mejor de nosotros mismos. Recibir a todos aquellos que vienen a invertir aquí y regresar a la ciudad, algo de lo mucho que nos ha dado”, precisa.
“Me entusiasma nuestra ciudad y el talento que tenemos aquí, y me encanta promoverlo”. Nuestro despacho es binacional; tenemos oficinas en San Diego y en Tijuana. Me gusta demostrar el talento que tenemos en México. Mis clientes saben que todo se hace en México.
“Cuando estamos en México, nos gusta recibir a clientes extranjeros y dejarles una buena impresión de nuestros servicios. Soy una persona apasionada por el trabajo bien hecho; nuestros proyectos son muy impecables. Disfruto el proceso y me gusta aplicar metodologías que me ayudan a crecer profesional y personalmente”.
Además, resalta que las reuniones con clientes son el escenario para crear conexiones profundas y genuinas. Erika convierte estos encuentros en experiencias memorables, donde las ideas fluyen con naturalidad y se forjan vínculos que trascienden lo profesional.
Como ella misma describe, el proceso es tan gratificante y fluido como un paseo, una experiencia compartida que culmina con la entrega de un hogar hecho a la medida de los sueños y necesidades de cada familia.
¿Cuál ha sido tu proyecto más desafiante hasta ahora? “Fue nuestra primera casa grande de más de 1000 m2. En dos años pasamos de hacer remodelaciones a construir casas completas. Manejar acabados lujosos y exclusivos, que tardan meses en llegar, fue un gran reto y una enorme responsabilidad. Otro gran desafío fue abrir nuestro despacho en Estados Unidos, adaptándome al estilo de trabajo americano, sin perder nuestra esencia”.
¿Cómo definirías tu estilo arquitectónico? “Lo definiría por la fusión y elegancia”.
Háblanos de una experiencia significativa para ti. “La crisis inmobiliaria de 2010 a 2012 fue muy impactante. Trabajamos con grandes desarrolladores y teníamos muchos proyectos a crédito. La crisis nos afectó profundamente, transformándome de arquitecta a empresaria y profesionalizando nuestros servicios”.
¿Cuál es tu visión a futuro para tu carrera? “Ahora quiero enfocarme en formar líderes dentro de mi equipo. Me siento orgullosa cuando veo a antiguos colaboradores triunfar con sus propios despachos”.
¿Qué consejo darías a los jóvenes arquitectos? “Mantener una energía positiva y una mente abierta. La creatividad y la visualización son claves en nuestra profesión. También ser analíticos. Siempre hay que analizar riesgos, hay que ver otras perspectivas, pero siempre con energía positiva”.
¿Cómo ves el futuro de la arquitectura en Tijuana? “Siendo una ciudad fronteriza y binacional, veo grandes oportunidades. La región valora y busca el talento local”.
Al final, su trabajo es reflejo de su creencia en la importancia de los espacios que nos rodean y su impacto en nuestras vidas.
Con cada proyecto, Erika Lin reafirma su compromiso como arquitecta, y como una fuerza transformadora en la vida de las familias, combinando su amor por la profesión que desempeña y su devoción por la familia en una sinfonía de creatividad y humanidad.
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