Son 43 mil 328 yardas y 320 pases de anotación los que hay de diferencia entre Tom Brady y Russell Wilson, así como dos anillos de campeón. Pero gran parte del éxito o fracaso de Patriotas y Halcones Marinos va a pasar por lo que hagan o dejen de hacer estos mariscales de campo. No por nada 26 de los 48 Jugadores Más Valiosos del Super Bowl han sido quarterbacks.
Luego de que llegó a la Liga por la puerta de atrás al ser elegido en la sexta ronda del Draft de 2000, Brady es la razón principal por la que los Pats jugarán su sexto Supertazón desde 2001, y está a una victoria de ser el tercer pasador con cuatro títulos.
«Ni en mis sueños imaginé que iba a estar en un Super Bowl, mucho menos que fueran seis. Es increíble pasar por esto otra vez y el domingo tenemos la oportunidad de que este equipo establezca su identidad, porque cada vez que hemos llegado han sido conjuntos distintos», compartió el quarterback, que tiene 49 pases de anotación en postemporada.
No era considerado un prospecto con el tamaño de estrella, pero la lesión de Drew Bledsoe le abrió la puerta para tomar los controles del ataque desde 2001.
Es un hecho que sus logros lo llevarán al Salón de la Fama, pero su curriculum puede quedar con una mancha si no sale con el triunfo. Brady ha levantado tres veces el título de la Liga al vencer a San Luis (SB XXXVI), Carolina (SB XXXVIII) y Filadelfia (SB XXXIX), pero en las dos últimas ocasiones que llegó al duelo final, se ido a casa con las manos vacías, al perder en ambas con Gigantes de Nueva York.
«Va a ser algo muy bueno volver a ganar un título. Hemos pasado por derrotas muy duras en los dos Super Bowls pasados, pero eso no importa ahora. Tenemos enfrente al actual campeón de la NFL que volvió a ganarse el derecho de estar aquí luego de ganar de manera sólida los dos partidos de playoffs», explicó Tom.
Al arrancar la campaña los Patriotas tenían la etiqueta de favoritos por tener a Brady. Una de sus fortalezas es la inteligencia para tomar decisiones y ejecutarlas correctamente, lo que le permitió terminar la temporada con 33 pases de anotación y solo nueve intercepciones, con un porcentaje de 64.1 de pases completos, el quinto mejor en sus 15 años en la NFL.
Pero los tres títulos de MVP y sus 10 elecciones al Pro Bowl de nada van a ayudarle el domingo en el estadio de la Universidad de Phoenix. Ahí será puesto a prueba por la defensiva que permitió 15.9 puntos promedio por encuentro en la campaña y 267 yardas, la mejor de la Liga en ambos departamentos.
«La defensiva de Seattle es muy sólida. Son la número uno en muchas estadísticas porque tienen una alta capacidad para limitarte en puntos o yardas, no va a ser sencillo. Tienes que luchar mucho para lograr yardas y es lo que nos va a suceder», vislumbra el QB.
«No hay margen de error frente a una defensiva como la de Seattle, lo entendemos y es en lo que estamos trabajando, para alcanzar nuestro juego más alto el domingo», continúo.
La presión que tiene Brady llega también porque el quarterback rival es visto como uno de los mariscales de campo que tomará su lugar, porque lleva un camino similar al de Tom.
Russell Wilson está empezando a construir su legado con triunfos. En apenas su tercer año va por su segundo campeonato, con marca de 6-1 en playoffs.
«Solo tengo tres temporadas en la NFL y voy a jugar mi segundo Super Bowl, es algo indescriptible. El año pasado nos tocó enfrentar a Peyton Manning y jugamos de la mejor forma que podíamos, ahora el rival es Tom Brady, son dos jugadores que yo veía de más joven, es un gran honor para mí.
Es historia y espero que la parte final sea positiva para nosotros», analizó el número 3. Las victorias las tiene, los números espectaculares no. Russell es un mariscal de campo efectivo que tiene un 63.4 de porcentaje de completos. Una de las cosas que lo diferencian del resto es el comportamiento bajo presión.
«Una de las razones es la habilidad de estar enfocado en el juego, lo que me ha hecho superar situaciones complicadas; otra razón para dar pasos sólidos es nunca olvidarse de los fundamentos», afirmó.
«Tengo fe en las habilidades que Dios me dio y en los compañeros que me rodean para hacer las jugadas. Me ha ayudado mucho el estudiar lo que han hecho otras estrellas como Michael Jordan, Derek Jeter e incluso Tom Brady, viéndolos, analizando su mentalidad. Me gustaría jugar como ellos lo llegaron a hacer».
Las estadísticas lo ponen con un arranque de carrera similar a su rival: la marca de Brady en tres campañas era de 40-12, la de Wilson es 42-13.
Comments