By Once personas de entre 18 y 55 años, ocho estudiantes y tres trabajadores, ocho hombres y tres mujeres marcharon el 20 de noviembre por los normalistas de Ayotzinapa. Eran once de decenas de miles que caminaron varias horas y llenaron el Zócalo.
Los once llegaron a la marcha en distintos contingentes a distintas horas, marcharon en distintos grupos, gritaron consignas distintas. Al final de la marcha, fueron detenidos en distintos momentos y puntos alrededor del Zócalo. La PGR dice que son parte de un grupo anarquista. Ellos dicen que nisiquiera se conocían. Los once están acusados de tentativa de homicidio, asociación delictuosa y motín. Ellos presos en un penal federal de Veracruz. Ellas en Tepic, Nayarit.
Sus familiares, amigos y conocidos contaron quiénes son los 11 y cómo fueron detenidos.
Hugo Bautista Hernández
Hugo tiene 22 años, en las mañanas trabaja en un call center y en las tardes estudia sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. De tiempo completo es papá de un niño de tres años.
El 20 de noviembre marchó junto con su novia, Tania Ivonne Damián Rojas, dentro del contingente de su facultad, que salió de la Plaza de las Tres Culturas. Cerca del Zócalo ambos fueron detenidos, les dieron vueltas en una camioneta y los llevaron a la SEIDO, donde los tuvieron incomunicados. Así lo cuenta Miguel Ángel, su hermano mayor, en un video que un amigo le ayudó a grabar para difundirlo en Facebook.
«Ya pasó lo peor», le dijo Hugo a su hermano en la única llamada que le permitieron hacer, alrededor de las 9:45 del viernes, luego de hacerle firmar una declaración y tomarle muestras de sangre y huella digital. No le dijo que tenía el pómulo abierto, un ojo inflamado, un severo golpe en las costillas y la ropa ensangrentada. Esto se lo dijo a Miguel Ángel su mamá, la única que pudo ver a Hugo antes del traslado al penal de Veracruz.
Tania Ivonne Damián Rojas
Tania, de 21 años, estudia el tercer semestre de sociología en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Antes estudió artes plásticas.
«Es una chica muy inquieta, desde pequeña es una niña de mucho carácter, con mucha creatividad», contó su tío Antonio Rojas. «Es muy consciente, tanto social como ecológicamente. Y no le gustan las injusticias».
El 20 de noviembre Tania, la novia de Hugo, no pisó la plancha del Zócalo, donde se dieron los hechos violentos de los que se le acusa, aseguró su tío. Había marchado, pero cuando fue detenida estaba con sus amigos en la calle de Madero. Cuando la detienen, un observador de derechos humanos le prestó su celular para avisarle a su familia. Su papá logró verla a las 2 de la mañana, la vio golpeada, antes de ser trasladada al Centro Federal Femenil «Noroeste», en Tepic, Nayarit.
Hillary Analí González Olguin
Hillary Analí, de 22 años, estudia el noveno semestre de ciencia política en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
«No es muy participativa por su personalidad reservada, pero era constante», dijo Armando Luna, quien hace dos años le dio clases como profesor adjunto de la materia Gobierno y Asuntos Públicos. «No falta a clases. Es algo seria, pero amable con todos, nunca grosera», comentó Kenlla Sánchez, compañera de Hillary.
«Mi hija dice que se cayó, y en el momento que se cae la empiezan a patear varios policías, me dice que eran como 10, la patearon pero antes estuvieron replegando a la gente», contó Ana Cruz Olguín González, mamá de Hillary, en el video «Testimonios #TuVozX11Consignados», difundido en Youtube.
Liliana Garduño Ortega
Liliana tiene 31 años y estudia la preparatoria abierta en una escuela privada, es madre soltera y «trabaja muy duro para sus dos hijos», contó su amiga de casi toda la vida Lían Adriel.
El 20 de noviembre, salió de clases y fue a tomar algunas fotografías al Zócalo. Captaba los ángulos de las protestas por los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, cuando un grupo de personas comenzó a correr para huir de los granaderos. Liliana trató de hacerse a un lado, tropezó y fue alcanzada por los policías.
Los oficiales «la golpearon brutalmente en la cabeza con los toletes y patadas, mientras estaba en el piso sin poder defenderse de las agresiones», contó Lían. Después la detuvieron.
«Nosotros la conocemos bien y sabemos que ella no es una delincuente, simplemente es una joven inconforme con los crímenes del Estado, y por ahora es una víctima más», expresó Lían en su cuenta de Facebook.
Luis Carlos Pichardo
Tiene 55 años, trabaja en producción cinematográfica, teatral y le gusta tocar la guitarra. Estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica en la generación de Carlos Carrera. En diciembre estaba por iniciar los ensayos para una obra titulada «Estocolmo».
«Él es una persona muy pacífica. Nunca me levantó la mano. No le pega ni a un balón, porque ni deportista es. Nunca se peleó. No es violento», explicó su hijo único Jonathan.
El 20 de noviembre, Luis salió a buscar trabajo de medio tiempo. «Tiene un poco de deudas, después fue a la marcha con sus amigos. Antes de que terminara la protesta él ya se iba. Los granaderos llegaron a pegarle a quien fuera; mi papá no pudo correr. No se ha dedicado al deporte ni nada de eso. Lo tiraron. Le rompieron sus lentes. Lo patearon y se lo cargaron (lo detuvieron)», contó su hijo.
Jonathan dijo que su papá está confiado en salir libre, «porque sabe que es inocente: no hay pruebas de que me acusen», le confió.
El CCC expresó su indignación y rechazo a la represión del 20 de noviembre en el Zócalo, además de que exigió en un comunicado la inmediata liberación de Pichardo.
Roberto César Jasso del Ángel
Es estudiante y tiene 20 años. Sus amigos le llaman Jasso. «(Él) se sentía mal si no podía ayudar a su mamá aunque sea con un kilo de tortillas o algo para acompañar la comida, él ama mucho a su mamá, a su sobrina, a su papá y a su perrita no se diga», escribió su novia Paola López Rebollo en su cuenta de Facebook.
«(Jasso) se ganó su lugar como tallerista en la casa de cultura que se encuentra en San Cristóbal Centro, Ecatepec de Morelos, se ganó su lugar como tallerista en El Chopo. Defiende sus ideales hasta el último de sus días, a él le encanta la filosofía y repudia la injusticia, él quería y quiere luchar por el futuro de todos ustedes», dijo la joven sobre su novio.
Roberto fue detenido en la manifestación realizada en el Zócalo por los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos; sus amigos y familiares comenzaron una colecta para liberarlo, pero, como el resto, no tiene derecho a libertad bajo caución porque el homicidio es un delito grave.
Atzín Andrade
Atzín Andrade tiene 29 años y es estudiante de quinto semestre de Artes Plásticas en La Esmeralda del INBA. Según sus amigos, es fanático de la música, acampar, la cocina y desde siempre le gustó pintar.
Atzelbi Hernández, su mejor amiga y quien lo conoce desde la primaria, asegura que era la primera vez que Andrade iba a una marcha.
La noche del 20 de noviembre, Atzín Andrade acudió a la manifestación al Zócalo en apoyo a los normalistas de Ayotzinapa acompañado de dos personas, su amigo ‘Joy’ e Isaac Hernández, quien también fue detenido.
Los tres buscaban el contingente de La Esmeralda para unirse, pero no lo encontraron y siguieron caminando hacia el Zócalo. Habían pactado que si se separaban se verían en el asta bandera. Así pasó: Joy se quedó atrás platicando con unas amigas y Atzín e Isaac lo esperaban en el asta cuando fueron aprehendido por ocho granaderos.
Los amigos del detenido dicen que policías golpearon en las piernas y brazos a Atzín en el traslado al penal de Veracruz, donde fue rapado
Isaac Domínguez Ayala (Ramón Domínguez Patlán)
Tiene 31 años, hizo estudios de psicología en la UNAM, pero abandonó la escuela. Trabajaba como bartender en el hotel Embassador de la Ciudad de México.
Según su padre, Raúl Domínguez, Isaac es amante de la música, en específico la guitarra, le gusta la política y los libros. Además, su hijo estaba por irse a Cancún para ganar más dinero y volver a la escuela.
Sus amigos dicen que es un apasionado del futbol y que practicaba dicho deporte en una cancha de la colonia Escandón.
Domínguez fue detenido la noche del 20 de noviembre durante las manifestaciones en apoyo a los normalistas de Ayotzinapa. Él estaba con Atzín Andrade, estudiante de la Esmeralda, en el asta bandera esperando a su amigo ‘Joy’, pues se habían separado y habían acordado verse allí si eso sucedía. Al entrar los granaderos al Zócalo fue aprehendido y llevado a un costado de Palacio Nacional.
Su padre asegura que fue golpeado en todo el cuerpo y que durante su permanencia en la SEIDO no dejaron verlo. También dijo que desconoce por qué su hijo se cambió de nombre pues los apellidos que usó, Domínguez Patlán, son los suyos no los de su hijo.
Laurence Maxwell Ilabaca
Laurence nació en Chile, pero vive en México desde hace al menos tres años y medio, cuando inició sus estudios de doctorado en Letras Hispánicas en la UNAM. Tiene 47 años y también es músico.
El 20 de noviembre, Laurence había llegado de un viaje en Oaxaca. Había estado con una amiga minutos antes de tomar su bicicleta para ir al Zócalo. Tenía hambre porque no había comido en todo el día, por lo que decidió amarrar la bici e ir a comprar un tamal, según Erandi Villavicencio, amiga de Laurence.
«En ese momento viene la gente corriendo, atrás viene la policía. Venía la gente asustada y gritando, que venía fuerte la policía y estaban siendo golpeados, pero él ya estaba amarrando la bici. Él no sabe muy bien hacia donde moverse y se queda ahí con la bici»,explica. El chileno fue detienido por policías en el Zócalo.
Erandi considera a Laurence un estudiante de excelencia, escritor, intelectual y miembro de una banda «de tradición latinoamericana con jazz». Es una persona tranquila y un académico.
Juan Daniel López Ávila
Juan Daniel López, de 18 años, es estudiante de la preparatoria «Felipe Carrillo Puerto» del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) del GDF, en Iztacalco.
Juan Daniel participó en la marcha del Zócalo el 20 de noviembre. Cuando trabajadores del GDF realizaban labores de limpieza en la Plaza de la Constitución tras la marcha, el joven se quedó en medio de una trifulca. Gritó: ¡No violencia, no violencia!, «para tratar de contener el avance de la policía, y es ahí cuando lo encapsulan», dijo su abogada Karla Michel Salas.
«Después llegó un policía por atrás y lo empezó a golpear y le dijo: para que sigas haciendo tus marchitas», dijo su mamá, Enedina Ávila, en un video difundido en redes sociales.
Dice que los policías que detuvieron a Juan Daniel lo estaban golpeando, pero que una observadora de Derechos Humanos que estaba cerca les pidió que dejaran a su hijo.
En un comunicado, la IEMS informó que «mantiene contacto con los familiares del estudiante con el fin de ofrecer toda la asistencia jurídica necesaria para auxiliar en este caso» y que seguirán con el diálogo con los padres de Juan Daniel para «lograr su reincorporación a clases lo antes posible».
Francisco García Martínez
Francisco García tiene 47 años y asistió a la marcha del Zócalo para ir a «escuchar a los padres de los que mataron en Ayotzinapa», según lo dijo en su declaración frente al Ministerio Público federal el día de la detención.
Se enteró de la marcha por los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa por medio de la radio y decidió ir a participar pacíficamente, según la declaración contenida en el expediente.
«Yo fui a manifestarme pacíficamente por el derecho que me concede la Constitución, siendo todo lo que deseo señalar», dijo Francisco García Martínez, quien es defendido por un abogado de oficio.
Con información de Rosalía Solís, Alejandra Arteaga, Gustavo Ambrosio y Jesús Badillo.
Comments