By Un «gran escape» de fondos de su billetera podría darle el auto del Cooler King.
El actor Steve McQueen fue un ícono para una generación cuya leyenda persiste hoy en día, particularmente en la comunidad automotriz, ya que McQueen era un verdadero engranaje.
Con un amor de toda la vida por los autos y los deportes de motor, McQueen acumuló una colección envidiable, incluido este Ferrari 275 GTB/4 de 1967, que actualmente está a la venta.
La lista de Ferrari se puede encontrar en el sitio de subastas de autos clásicos RM Sotheby’s , que describe el viaje único del automóvil desde Maranello hasta la actualidad.
Producido entre 1964 y 1968, el Ferrari 275 era un gran turismo biplaza propulsado por un motor V12 de 3.3 litros que inicialmente producía alrededor de 280 caballos de fuerza, enviándolos a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades.
Esto fue hasta el GTB/4, que aumentó las levas superiores de dos a cuatro, aumentando la potencia a 300 caballos de fuerza. En ese momento, el GTB/4 podía reclamar un tiempo de 0 a 60 de 5,5 segundos y alcanzó un máximo de alrededor de 163 mph.
En 1967, Luigi Chinetti, propietario del North American Racing Team (o NART) de Ferrari y entonces el único importador de Ferraris en los Estados Unidos, encargó las versiones descapotables de dos plazas (o «araña») del GTB/4. Solo se fabricaron 10, uno de los cuales fue recogido por McQueen. Sin embargo, poco después, el NART Spider fue chocado por detrás, lo que dio inicio a un largo proceso de reparación. McQueen, mientras tanto, ordenó el 275 GTB/4 que se enumera aquí hoy.
El GTB/4 de McQueen llegó con un acabado color avellana, que el actor había cambiado a lo que se convirtió en un color granate oscuro llamado «Chianti Red». McQueen también tomó el espejo lateral más aerodinámico de su NART dañado y las ruedas de alambre se transfirieron a su nuevo Ferrari, que condujo durante cuatro años antes de vendérselo al Zorro y al actor de Lost In Space, Guy Williams.
La historia del 275 GTB/4 no termina ahí. Después de que Williams vendió el auto, el Ferrari languideció en desuso después de un accidente. El GTB/4 destrozado fue luego comprado por un coleccionista que realmente quería una araña NART, pero decidió convertir este auto en uno en lugar de cazar uno. En su nuevo estado, el 275 cambió de manos y colores varias veces hasta que el piloto de carreras australiano y ganador de Le Mans, Vern Schuppan, tomó posesión de él. Schuppan luego comenzó el proceso de restaurarlo a su «especificación McQueen» original, hasta el color de pintura especial y el espejo lateral único.
El automóvil se vendió por más de $ 10,000,000 al difunto propietario y presidente del Liverpool FC, David Moores, cuyo patrimonio ofrece actualmente el automóvil.
En total, es un legado bastante salvaje e histórico para un automóvil, todo lo cual sucedió porque McQueen no podía esperar para volver al volante de un Ferrari. Mirando a este, es difícil tener eso en contra de él.
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