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El legado de “Somos Empresarios, Orgullosamente Tijuanenses”

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Detrás de cada negocio hay una historia de esfuerzo y determinación. ‘Somos Empresarios Orgullosamente Tijuanenses’ visibilizó a quienes, día a día, transforman retos en oportunidades, demostrando que emprender no es solo un sueño, sino también una responsabilidad con la comunidad. Su legado inspira a las futuras generaciones a construir con valentía la Tijuana del mañana.

Por: Alonso Valenzuela

Detrás de cada historia de éxito empresarial hay una verdad incuestionable: el riesgo, la perseverancia y la transformación nacen del desafío al statu quo.

Porque emprender es un acto de valentía que exige reinventarse en un mundo en constante evolución, no se trata sólo de alcanzar metas, sino de transformar obstáculos en oportunidades y restablecer los límites de lo posible.

Y en una ciudad que late al ritmo del progreso, la campaña “Somos Empresarios Orgullosamente Tijuanenses” vino justamente a redefinir el significado de liderazgo en el sector privado. 

Desde su inicio en octubre de 2024, esta iniciativa del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana (CCE) en sinergia con FIDEM, visibilizó a los empresarios locales, y también construyó un movimiento en el que la identidad de esta frontera se entrelaza con el desarrollo económico.

Para sus creadores, la idea fue simple pero contundente: reivindicar el orgullo de ser empresario. Y para ello, nada mejor que presentar las historias reales de quienes enfrentan diariamente los retos del sector, apostando por la formalidad, la innovación y el crecimiento sustentable. 

El valor de ser empresario
Carlos Jaramillo, presidente del CCE Tijuana, compartió con CAMPESTRE su visión sobre el impacto y el legado de este proyecto que, a pesar de haber concluido, marca un parteaguas en la comunidad empresarial.

—¿Cuál fue la motivación principal detrás de Somos Empresarios Orgullosamente Tijuanenses?

“Observamos que, en los últimos años, la palabra ‘empresario’ empezó a generar rechazo en algunos sectores. Se creó la narrativa en la que el empresario parecía el villano, responsable de las desigualdades económicas. Pero la realidad es otra. Los empresarios son los que generan empleo, pagan impuestos y crean oportunidades para miles de familias. El país camina gracias a ellos.

“Y con esta campaña, queríamos mostrar el rostro real del empresariado tijuanense: historias de esfuerzo, sacrificio y compromiso no sólo con su propio crecimiento, sino con la ciudad y el país. Y el mensaje fue claro: ser empresario es un orgullo”.

La construcción del movimiento
Lo que comenzó como una iniciativa con un grupo reducido de 20 personajes que apostaron a sus sueños, terminó convirtiéndose en un fenómeno en el que más de 150 se sumaron al mensaje.

Así, en la lista emergieron nombres como los de Pedro Hoyos, de Enmienda 18; Pedro Velarde, de Grupo Zibari; chef Ruffo Ibarra; Javier González, de Culinary Art School; Damián Morales, de Cervecería Insurgente; Emmanuel Polanco, de Mile & Louis; y  Mauricio Cuevas, de Muebles Cuevas; entre otros.

“El primer reto fue convencerlos. Varios no querían salir en la foto.​​ Hay quienes preferían mantenerse en el anonimato, sobre todo aquellos que están en crecimiento. Hubo quienes preguntaron: ‘¿Para qué es esto?’, ‘¿Qué quieren hacer con mi historia?’. Pero una vez que vieron a otros participar, se sintieron parte de algo más grande”,  admite Jaramillo. 

El desafío de la formalidad

Uno de los puntos más complejos que esta campaña abordó fue la formalidad empresarial. Siendo México un país donde la economía informal representa más del 50% de la actividad productiva, apostar por un negocio estructurado es una decisión difícil, sobre todo para los emprendedores más jóvenes.

“El joven que quiere emprender ve que el informal gana igual o más sin pagar impuestos ni tener empleados en el seguro social. Es difícil convencerlo de que la formalidad vale la pena cuando el sistema pareciera premiar lo contrario”, explica Jaramillo.

Sin embargo, el proyecto buscó enaltecer la formalidad como sinónimo de estabilidad y crecimiento a largo plazo. 

“Las grandes empresas de Tijuana iniciaron como pequeños negocios que apostaron por hacer las cosas bien. Queríamos transmitir esa mentalidad a los nuevos emprendedores”.

El lado más humano

La imagen del empresario suele estar rodeada de mitos. Se le ve como una figura que tiene todo bajo control. Pero la realidad es otra. En cada historia de éxito hay noches de insomnio, incertidumbre y decisiones que podrían cambiarlo todo.

“Algo que hemos hablado, y que es un tema recurrente, es el del miedo. Todos tenemos miedo. Y muchas veces se percibe que el empresario tiene todo controlado, todo planeado, todo organizado”, señala Jaramillo.

Las palabras del presidente del CCE son la confesión de quienes han construido sus negocios a base de prueba y error, porque no hay manual perfecto ni camino seguro. 

Cada emprendedor ha sentido la duda y, en diversos casos, ha tropezado. Pero lo que diferencia a quienes logran consolidarse es su capacidad de levantarse.

“Parte de esta campaña era precisamente mostrar ese lado humano. Ese lado que nos recuerda que sí se vale tener miedo. Que sí se vale no saberlo todo. Que indudablemente se corre el riesgo y que no siempre las cosas salen bien.”

Y no se trata sólo de aceptar el miedo, sino de saber navegarlo. Porque, al final, lo que mantiene a un empresario en pie no es la certeza absoluta, sino la convicción incólume.

“La constancia y el esfuerzo deben prevalecer para llegar al éxito. Todas las grandes historias empresariales están marcadas por fracasos, retos y dificultades. Y eso es lo que tenemos que transmitir.

«Nunca te vas a dar cuenta de tu potencial si tú mismo no te atreves a dar el paso. No hay un momento perfecto para emprender. La oportunidad no llega cuando todo es seguro, sino cuando la decisión de hacerlo es más fuerte que el miedo”, enfatiza el líder del organismo cúpula.

Lo que viene

Si bien la campaña ha concluido,  su impacto no se desvanece. Ahora, con más de 150 empresarios embajadores del mensaje, el CCE busca que esta iniciativa se convierta en una cultura de inspiración y apoyo mutuo.

—¿Qué sigue para Somos Empresarios?

“Buscamos que esto continúe a través de nuevas iniciativas. Queremos ver más espacios donde los empresarios compartan sus historias, donde los jóvenes encuentren mentores y donde se siga construyendo sobre esta base de orgullo. Esto no fue un evento aislado, sino el inicio del cambio de mentalidad.

«Hoy el mundo tiene infinitas oportunidades. No es cierto que ‘ya todo está hecho’ o que ‘ya no hay donde crecer’. Al contrario, cada vez hay más espacios para emprender. Pero, al mismo tiempo, tampoco existe un ‘momento ideal’. El tiempo ideal es el momento en el que tú decidas hacerlo. El primer intento puede fallar. Y el segundo. Quizás el tercero también. Pero si algo han demostrado los grandes líderes es que el fracaso es sólo una estación en el camino hacia el éxito.

“Y tampoco esperes que tu primer negocio sea exitoso. Si lo es, eres un afortunado. Pero si fracasas, eso no significa que no puedas volver a intentarlo. Si te caes, te sacudes, te limpias y te levantas para intentarlo de nuevo.Y en ese proceso, hay algo innegociable: los valores. No se trata sólo de entrar al juego, sino de hacerlo con principios sólidos. De crear algo con propósito, con impacto real en la comunidad”.

El orgullo de ser tijuanense

Tras una jornada vertiginosa que concluye en la oficina del presidente del CCE, cada historia que emergió de esta campaña refuerza la idea poderosa de que el empresario es un agente de cambio, que no trata únicamente de generar riqueza, sino de transformar realidades y dejar una huella en la comunidad.

“Para mí, lo importante es que entendamos que no hay empresarios chicos ni grandes. Sólo hay empresarios con visión y compromiso. Con todo esto que hemos construido, espero que podamos ser fuente de inspiración para quienes buscan emprender, desarrollarse y crecer en esta ciudad”, afirma. 

“La razón de ser de un alto porcentaje de mi trabajo es esta ciudad, porque soy lo que soy gracias a ella. Tijuana, para miles, ha sido una tierra de oportunidades, una ciudad que nos ha dado la posibilidad de crecer y de construir un futuro. Y por eso hay que cuidarla, hay que regresarle algo de lo mucho que nos ha dado.

Al final de la entrevista, Carlos Jaramillo hace una pausa y lanza una reflexión que encapsula el espíritu de la campaña: “¿De dónde eres? ¿De dónde naces o de dónde te haces? Todos somos tijuanenses porque aquí nos hicimos”.

Y en esa contundente afirmación, se encuentra la esencia de una ciudad que no pregunta de dónde vienes, sino hasta dónde quieres llegar.

Hoy, más de 150 empresarios se han decidido a dar ese paso.

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