Los países del mundo han adoptado el compromiso de lograr un mundo sostenible y libre de pobreza extrema para el año 2030. Alcanzar este cometido implicará pasar de los compromisos a acciones y resultados concretos. Es tiempo de hacer de la voluntad de la ciudadanía una realidad, hay que exigir a los Jefes de Estado, funcionarios y parlamentarios de todos los países, que cumplan con su mandato de garantizar sociedades prósperas, equitativas, justas y sostenibles, donde todas las personas, de las generaciones presentes y futuras, puedan ejercer todos sus derechos.
Luego de 3 años de negociaciones internacionales, entre el 25 y el 27 de septiembre pasados, representantes de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas se reunieron en Nueva York para adoptar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que consiste en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas.
Esta Agenda representa una visión global común sobre las prioridades sociales, económicas y ambientales del mundo actual, y tiene como fin fortalecer la cooperación y la ambición de la humanidad para lograr un mundo seguro, justo y sostenible para todos los seres humanos, bajo el principio de que “nadie se quede atrás”.
El antecedente de esta agenda son los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), asumidos en el año 2000. Desde entonces, el mundo ha registrado progresos significativos en la reducción de la pobreza extrema, el aumento del número de niñas y niños que van a la escuela, la reducción de las muertes infantiles, el acceso a servicios de agua y saneamiento, entre otros. No obstante, esos logros no fueron suficientes, pues no combatieron la desigualdad: mientras que tan sólo 1% de la población del planeta posee el 40% de la riqueza, unas 836 millones de personas viven en pobreza extrema y sufren hambre; tan solo en México, son más de 11 millones quienes se encuentran en estás condiciones. Vivimos en un mundo que no ha sido capaz de garantizar el bienestar social y económico para todos, y cuyo modelo de desarrollo no está alineado con la protección del medio ambiente.
Ante este contexto, los ODS representan la oportunidad para avanzar hacia un desarrollo en sus tres dimensiones: económica, social y ambiental, eliminando la pobreza extrema, terminando con la inequidad, y abordando el cambio climático. Su adopción es sólo el primer paso en este retador camino que estamos por emprender como sociedad. A partir de ahora es necesario que el gobierno mexicano implemente planes y políticas nacionales y locales encaminadas a cumplir con los ODS, y que los ciudadanos nos informemos, participemos y exijamos rendición de cuentas sobre los avances y logros en los próximos 15 años.
Para Save the Children esta agenda es clave, pues permitirá avanzar hacia un mundo en el que todas las niñas y niños tengan acceso a las mismas oportunidades de desarrollo y a una vida digna, garantizando en primer término que ninguna niña o niño muera por causas prevenibles, viva en condiciones de pobreza, quede fuera de una educación de calidad, y sufra algún tipo de violencia.
Por ello, Save the Children hace un llamado al gobierno mexicano para emprender de manera inmediata la implementación de esta Agenda:
- Poner en marcha una estrategia de apropiación de los ODS, para garantizar que la sociedad mexicana, incluyendo las comunidades en situación de marginación, conozca y se involucre en su planeación y consecución. En Colombia, por ejemplo, los ODS ya son parte de su Plan Nacional de los próximos 4 años.
- Iniciar planes y acciones para que las Secretarias de Estado, los gobiernos estatales y municipales y los congresos nacional y locales se involucren y asuman compromisos y responsabilidades con la implementación, monitoreo y consecución de los ODS.
- Trabajar en la construcción de mecanismos de rendición de cuentas que sean accesibles y amigables para todas las poblaciones, incluyendo prioritariamente a quienes se encuentran en mayores condiciones de marginación.
- Iniciar esfuerzos dirigidos a que las leyes, presupuestos y políticas públicas estén alineadas a una estrategia de desarrollo sostenible a largo plazo.
En esta ambiciosa Agenda 2030 es importante que todas las personas, en especial niñas, niños y adolescentes, estén involucrados como agentes de cambio, contando con los espacios adecuados para que sus voces sean escuchas. Durante los últimos 3 años Save the Children ha trabajado con la niñez y la adolescencia sobre mecanismos de rendición de cuentas en torno a la implementación de ODS a niveles locales. Ellos son quienes verán el cambio en sus vidas en los próximos años y deben ser partícipes de los mismos.
Para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030, es fundamental realizar cambios sistémicos en los modelos de crecimiento económico, en los marcos institucionales, legales y en los patrones de comportamiento y consumo; la agenda invita a una transformación cultural, que modifique las actuales tendencias, y que facilite una alianza social en la que los ciudadanos del mundo sean los principales agentes de cambio.
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