By Las imágenes de la destrucción comenzaron a publicarse desvelando el paso del huracán Odile. Las aseguradoras incluso estiman que los daños en Baja California Sur, costarán más de 12 mil millones de pesos, una cantidad superior a lo que se pagó por las afectaciones de Ingrid y Manuel en 2013.
Odile se degradó a tormenta tropical al tocar Sonora, pero el daño ya estaba hecho. Unos 5 mil turistas nacionales y extranjeros fueron evacuados, según informó la Secretaría de Gobernación. El “puente aéreo” desplegado facilitó el traslado de los paseantes a diferentes ciudades del país.
El responsable de la política interna del país, Miguel Angel Osorio Chong informó que se avanza en el establecimiento de las vías de comunicación a fin de que todos los sistemas e instituciones de seguridad, rescate y protección civil puedan actuar de manera coordinada.
Trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Petróleos Mexicanos (Pemex) han llegado a la zona tanto para el restablecimiento de los servicios de energía como el abastecimiento del combustible.
Y es que el mayor impacto del fenómeno natural fue en el suministro de energía y, al no haber ésta, se afectó la distribución del agua, por lo que se continuará con el envío del líquido, así como de alimento en apoyo a la población afectada.
El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) comentó que este miércoles “muchos funcionarios del Gobierno de la República nos iremos a Baja California y mañana nuevamente estaremos por allá”.
El recuento de los daños apenas comienza… Horas después de que Odile impactó en tierra, imágenes mostraron instalaciones completamente inundadas o dañadas de lujosos hoteles donde normalmente hay grandes albercas o bares y restaurantes abiertos las 24 horas.
En la ciudad de La Paz, la capital de Baja California Sur, unas 300,000 personas no tenían suministro de energía eléctrica ni de agua potable, según medios locales. Mientras tanto, habitantes de Cabo San Lucas buscaban dónde comprar alimentos después de que varias tiendas departamentales fueron saqueadas.
Funcionarios dijeron el martes que paulatinamente se estaban restableciendo los servicios, incluidas las comunicaciones telefónicas que quedaron interrumpidas casi totalmente.
«Estamos tomando acciones para reinstalar lo más pronto posible el suministro de agua potable, de energía eléctrica, de abastecimiento de víveres y el apoyo a las viviendas afectadas», dijo el presidente Enrique Peña Nieto, quien viajó a la región para evaluar afectaciones.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció, en tanto, un plan para apoyar a las empresas afectadas que incluyó el otorgamiento de créditos y reducción en el pago de impuestos.
Polo amenaza Guerrero y Oaxaca
En tanto, la tormenta Polo, que se formó en aguas del Pacífico mexicano, amenazaba con convertirse en huracán en el transcurso esta tarde-noche y dirigirse por una ruta similar a la que tomó Odile, en paralelo a la costa occidental y en dirección a la península, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
El SMN informó que Polo continuará cerca de las costas de Guerrero generando vientos fuertes con oleaje alto en costas de esta entidad, así como en Oaxaca y Michoacán y se prevén rachas de hasta 60 kilómetros por hora así como oleaje de dos a tres metros de altura en costas de Oaxaca y Guerrero.
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Apoyos fiscales a BCS
Por otro lado, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció la implementación de apoyos fiscales para reactivar la actividad económica de Baja California Sur tras las afectaciones que dejó el huracán.
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Arrasa huracán
Odile tocó tierra como un poderoso huracán categoría 3 la noche del domingo con vientos máximos sostenidos de más de 200 kilómetros por hora (kph) y a su paso volteó automóviles, dañó hoteles, casas y negocios -que en algunos casos fueron saqueados- y dejó sin energía eléctrica a casi todo el estado de Baja California Sur.
Enormes marejadas castigaron a los centros turísticos de Cabo San Lucas y San José del Cabo, conocidos popularmente como Los Cabos y muy visitados por estadounidenses, donde postes y árboles fueron derribados, y casas de cientos de pobladores quedaron dañadas.
Desde las pistas del aeropuerto internacional en San José del Cabo, cuyo edificio quedó seriamente afectado tras el paso del ciclón, comenzaron a salir los primeros vuelos de aviones de las Fuerzas Armadas, de la Policía Federal y de líneas aéreas comerciales con vacacionistas varados que autoridades cifraron en unos 30,000, la mayoría extranjeros.
Altonivel
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