El diseño puede lograr cualquier producto para mejorar las condiciones de vida de las personas en general, y en especial las de la tercera edad, afirmó el diseñador industrial, Luis Rodríguez Moreno, considerado uno de los mejores teóricos del diseño en México.
En Tijuana Innovadora 2014 “Diáspora Mexicana, el talento que voló al norte” durante el panel Tercera edad, desafío cultural y tecnológico, refirió que se ha llamado diseño incluyente a los principios básicos que rigen este tipo de diseño de productos, y en este contexto, éste busca encontrar la manera de cómo los objetivos nos pueden ayudar a tener una mejor calidad dentro del proceso de vivir.
Dentro del llamado “Diseño incluyente”, existen elementos que se deben de considerar, tales como reconocer que envejecer no es estar enfermo, envejecer es seguir creciendo “empezamos a envejecer en el mismo instante en que nacemos, es un proceso natural, no una enfermedad”.
Conforme el ser humano va creciendo, anotó, en ocasiones va desarrollando ciertas habilidades y se van perdiendo algunas otras, y el diseño incluyente busca diseñar productos, ofrecer soluciones que resuelvan las necesidades de las personas de la tercera edad, pero que también sean aceptados y usados normalmente por todos nosotros.
De ahí, explicó, el concepto de incluyente, algunos lo han llamado “Diseño universal” o “Diseño para todos”; este tipo de diseño busca principalmente respetar la diversidad humana, entender que somos distintos, que no todos somos iguales, “no sabemos bajos, altos, gordos, flacos y lo primero que debemos de hacer es respetar esa diversidad”.
Ello implica buscar una mayor equidad social y mejorar la salud tanto de las personas como del medio ambiente. Uno de los mayores problemas que tiene la sociedad en el proceso de crecer, es la movilidad, y una de las primeras actitudes que se deben de tomar es vislumbrar de qué manera es facilitar cuestiones tan aparentemente sutiles como subir una escalera o abordar un autobús.
Resolver todos estos problemas ofreciendo más movilidad a estas personas, son principios básicos; se tiene primeramente el uso equitativo, el cual puede ser usado por personas con distintas capacidades, y optar por este tipo de soluciones que se apoyen con los propios atributos físicos para ayudar en el sentido estético a nuestro bienestar, manifestó.
Otra de las facultades que se van perdiendo con el tiempo y la edad, es el control, la fuerza, “a veces tenemos problemas hasta para abrir una botella, pero se pueden fabricar éstas de tal manera que las pueda abrir hasta un infante; se deben dimensionar también los espacios, pensando en las personas mayores y en que necesitan apoyos para ir avanzando en su movilidad paso a paso”.
Son, dijo, soluciones tan sencillas logradas gracias al diseño, y se pueden atender en apoyo a una mejor movilidad, pues, repitió, ser mayor no significa estar enfermo, es sencillamente ser mayor, por lo tanto es normal ser diferente, “todos nosotros somos diferentes… lo que no se vale es ser indiferente”.
Durante el panel moderado por la periodista Elia Manjarrez, la maestra Elizabeth Aguilar dio a conocer la Casa Familiar, la cual atiende con diversos programas para todas las personas, especialmente para los adultos mayores, mediante valores, programas de ejercicios y de desarrollo para lograr una mejor calidad de vida.
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