El trato preferencial y los beneficios que se les dieron a las maquiladoras por varios sexenios disminuyeron. En este año, el Ejecutivo federal inició con una depuración profunda, ante lo que llamó “abusos” de algunos representantes de dicha industria; sin embargo, los requisitos dejaron fuera a 3 mil 400 empresas, y prácticamente se creó una «élite» de 3 mil 166 medianas y grandes empresas certificadas.
Desde enero de 2015, las ensambladoras perdieron el privilegio de no pagar IVA e IEPS a las importaciones temporales de materia prima. Ahora deberán de hacer el pago y solamente que exporten ese insumo convertido en mercancía, el gobierno federal se los devolverá.
La ventaja actual es que si las empresas están certificadas no se les exigirá el pago; el problema es que una gran parte de las ensambladoras que no lograron la certificación tienen problemas de liquidez, de flujo de efectivo, reducción de inversiones y cierres de plantas, sobre todo en el norte.
Solamente en Baja California se estima que más de 200 plantas redujeron su operación o frenaron sus proyectos de crecimiento, que representa alrededor de 18% de las maquiladoras establecidas en dicho estado, se estableció en la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte de la Cámara de Diputados.
Hay empresas que prefirieron buscar proveedores en otro país en lugar de instalarse en México, debido a que se complica operar en el país ante las nuevas reglas, aseguró el vicepresidente nacional de Comercio Exterior y de Asuntos Internacionales de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Julio Rodríguez.
“Las grandes maquiladoras no cierran, se reubican en Centroamérica y en otros países que dan mejores condiciones para operar”, añadió.
Pero, pareciera que las pequeñas maquiladoras no importan al gobierno, porque a los negocios más chicos se les trata como delincuentes, aún sin probarles, pero en realidad los requisitos son tan estrictos y requieren de tanto papeleo que les cuesta trabajo certificarse, dijo el expresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Comercio Exterior, Manuel Díaz. En India, por ejemplo, una empresa del sector autopartes prefirió dejar de ser proveedor de una planta de maquila porque el pago de IVA e IEPS le generaría problemas de flujo de efectivo.
Se afirma que aproximadamente 18% de las maquiladoras instaladas en Baja California registran afectaciones por los cobros, como por ejemplo Sanyo, una ensambladora de televisiones que decidió reducir su crecimiento, al igual que la firma de electrónicos Matsuchita.
Hay maquiladoras de Chihuahua y de otros estados fronterizos que seguramente tienen problemas, y que deberían de oscilar entre 18% o más, según el número de establecimientos.
Sin embargo, el gobierno afirma que lo más importante es que cerca de 50% de las 6 mil 500 maquiladoras lograron certificarse y son ellas las que importan casi 95% del total de los insumos temporales que entran al país.
“Habría que dimensionar el tema, porque hay más de 3 mil 166 empresas certificadas, que representan 95% de las importaciones temporales de 2013. Es decir, 3 mil o 4 mil empresas que representan apenas 5% de la operación de importaciones temporales”, indicó el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez.
Además, ese grupo de empresas que por decisión propia no se certificaron porque no alcanzaron a hacerlo, “van a tener que cumplir con el pago del IVA y la revisión que hace la autoridad para determinar si procede o no la devolución de los impuestos”, agregó.
Sin embargo, una devolución del IVA e Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS) podría tardar hasta 180 días en suceder.
Asimismo, hay tres maneras de lograr que se regresen los impuestos de las importaciones temporales de materia prima: uno es que con la certificación se consigue un crédito fiscal que evita a la empresa erogar ese pago; el segundo es obtener una fianza y el tercero es pagar al fisco, coincidieron el director del comité de comercio y aduanas del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación (Index), Rafael Salinas y el socio de Baker & McKenzie, Juan Valles.
“A la infinita mayoría de las maquiladoras que pidió una certificación se les dio”, apuntó Valles.
Pero, las que no la consiguieron, son más de 3 mil 400 que podrían enfrentar problemas de flujo de efectivo y costos financieros, porque en algún momento no podrían desembolsar el pago de IVA e IEPS, lo que generaría dificultades, explicó Salinas del Index.
“Pudieran tener impacto las que no se certificaron, aunque tienen la opción de dar una fianza para el pago de impuestos”, agregó.
El cobro de impuestos a importaciones temporales se combina con otros factores que complican el panorama, afirmó el investigador del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte, Eliseo Díaz González.
“Es un impacto generalizado para todas las empresas que realizan operaciones de comercio exterior, y la gran parte de los establecimientos se encuentran ubicados en la frontera norte, donde debe verse el mayor impacto por el pago de los impuestos en los insumos temporales, ya que no habrá devolución inmediata”, mencionó el académico.
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