Editorial

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Gracias a la infinidad de errores y saqueos cometidos por políticos en Baja California a lo largo de su historia es como vivimos los editorialistas. Imagínese usted la posibilidad de un gobierno perfecto y verá que entonces no podrían existir espacios como éste, y si consideramos el hecho de que no pertenezco ni he pertenecido, ni creo que voy a pertenecer a algún partido político, me permite ver y analizar las cosas con mayor claridad y, sobre todo, con libertad.

Menciono lo anterior para opinar sobre lo que sentimos al observar que si uno es hombre, político y mexicano, entonces pertenece a una clase especial de individuos que tiene como característica la de tropezar siempre con la misma piedra. En este caso la piedra de la crisis. Los mexicanos no sólo no aprendemos de las lecciones que cada crisis nos ha dejado sino que además tampoco aprendemos de lo que a otros países en situación similar a la nuestra les sucede.

El grito de alarma que estamos dando todos los mexicanos y al que, obviamente ni el presidente ni los diputados han hecho caso, ni entonces ni ahora, respecto a que México va otra vez derecho a una crisis mayor, obedece precisamente a que estamos copiando, con exactitud, el ciclo que nos llevó a anteriores descalabros. Traducido al Español, lo que decimos los mexicanos quiere decir: Que los políticos se dejen de mamilas tecnocráticas. No gobiernen viendo el librito. Sigan a la gente, escúchenla, procuren su bienestar. Los economistas se compran baratos, lo que menos hace falta son teorías económicas. Lo que se requiere es sentido común y liderazgo social y político. ¿ No habrá quien entere al presidente Peña Nieto? ¿Y usted cómo la ve? Ahí se la dejamos, con nuestros mejores deseos de que pase una Feliz Navidad.

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