La vida retornaba a la normalidad el lunes en la capital de Sierra Leona después de una cuarentena nacional sin precedente de tres días durante la cual, según las autoridades, más de un millón de viviendas fueron inspeccionadas en busca de pacientes de ébola y sus residentes fueron informados sobre la mortífera enfermedad. Pero el gobierno demoró un anuncio acerca de cuántos casos nuevos han sido descubiertos.
El sistema nacional de salud, afectado por la muerte por ébola de varios médicos y enfermeros, se vería más agobiado si se detectaran muchos casos nuevos. El gobierno de Sierra Leona ha encargado carpas para centros de tratamiento temporal para dichos casos, dijo Abdulai Bayraytay, un vocero del gobierno.
Las autoridades planeaban formular un anuncio en una conferencia de prensa el martes acerca de cuántos casos nuevos pueda haber descubierto durante el cierre de tres días. El anuncio había sido planeado originalmente para el lunes.
Las calles de Freetown volvieron a la normalidad el lunes. Equipos de instrucción seguirán visitando comunidades con fines informativos.
El brote del ébola ha afectado también a Liberia, Guinea, Nigeria y Senegal.
En un indicio del agobio que representa la enfermedad para los recursos de las naciones del Africa Occidental, Liberia inauguró el domingo su mayor clínica para el ébola y en cuanto terminó la ceremonia llegaron ambulancias con enfermos. La instalación tiene 150 camas.
A esta enfermedad que se transmite por medio de fluidos corporales se atribuyen más de 2.600 muertes en la región. En Sierra Leona, por lo menos 77 cadáveres fueron enterrados durante la cuarentena y la mitad dio resultado positivo al ébola, dijo el vocero del gobierno. Se aguardan las pruebas de laboratorio para ver si los demás también murieron de ébola. Se cree que en Sierra Leona murieron unas 600 personas por la temible enfermedad.
Joe Amon, director de salud y derechos humanos de Human Rights Watch, dijo que hay pocos motivos para suponer que el cierre ha sido efectivo para poner fin a la transmisión puesto que dichas medidas son muy difíciles de hacer cumplir. Los residentes se quejaron de escasez de alimentos en ciertos vecindarios.
«Uno puede sostener que es estrictamente necesario, no porque sea un modo efectivo de cortar la propagación, sino por la necesidad de informar directamente a la gente», afirmó.
Equipos provistos de jabones e informaciones contactaron a un 75% del millón y medio de viviendas en esta nación, dijo el ministerio de salud. Los rumores de que el jabón distribuido había sido envenenado demuestran la importancia de los esfuerzos educativos.
Las naciones más afectadas han apelado a medidas extraordinarias. Liberia ha cercado pueblos o vecindarios enteros. El cierre de Sierra Leona se considera el más estricto contra una enfermedad desde la Edad Media.
Más de 300 trabajadores médicos en Africa Occidental se han infectado, y aproximadamente la mitad murieron. Un sacerdote español que se infectó mientras se desempeñaba como director médico de un hospital en Sierra Leona fue trasladado a España el lunes.
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