Cuba y Estados Unidos ya cuentan con conexión telefónica directa, un servicio habilitado por el momento sólo para llamadas de voz, en virtud de un acuerdo entre la estatal Etecsa y la firma estadounidense IDT, el primer convenio empresarial entre los dos países desde su deshielo diplomático.
«Se ha establecido una interconexión directa entre Estados Unidos y Cuba, inicialmente para el servicio de llamadas internacionales de voz», informó Etecsa en un breve comunicado publicado en medios oficiales de la isla, que no precisa la fecha exacta de inicio del servicio.
Según Etecsa, monopolio estatal del sector, la comunicación telefónica directa entre Cuba y EU «contribuye a ofrecer mayores facilidades y mejor calidad en las comunicaciones entre los pueblos de ambas naciones».
El pasado 20 de febrero, ambas compañías ya anunciaron que habían cerrado negociaciones para habilitar este servicio, un acuerdo que quedó entonces pendiente de aprobación por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés), que tuvo un plazo de diez días para dar luz verde al proyecto.
El director ejecutivo de IDT Telecom, Bill Pereira, señaló en esa ocasión que el acuerdo es un «primer paso» para la liberalización de las telecomunicaciones entre los dos países, un mensaje que, al igual que el comunicado de hoy de Etecsa, deja la puerta abierta a que esta cooperación se amplíe por otras vías.
La medida solventa las dificultades que existían hasta ahora de operar llamadas entre los dos países a través de terceros países debido al embargo económico que EU impone a la isla desde 1962, y beneficiará directamente a la comunidad de unos dos millones de cubanos que residen en ese país norteamericano y a sus familiares en Cuba
En el portal oficial Cubadebate, donde se ha publicado la escueta nota de Etecsa, los lectores celebran el acuerdo entre ambos países, que facilitará las comunicaciones, pero demandan más información sobre cómo funcionará este servicio, qué precios tendrá y si, en el futuro, se ampliará a la conexión por internet, ya que por el momento, el convenio sólo se refiere a llamadas de voz.
Precisamente, la mejora del acceso a la red es uno de los mayores retos en materia de telecomunicaciones para Cuba, uno de los países tecnológicamente más atrasados, con una tasa de penetración de internet de sólo el 5 %, una de las más bajas del mundo.
Fruto del acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países del pasado 17 de diciembre, EU anunció una serie de medidas para relajar el embargo sobre la isla, entre las que había disposiciones para facilitar las telecomunicaciones en la isla y autorizar la venta de material informático y software.
Cuba, que culpa de su atraso tecnológico a esa política de embargo vigente desde 1962, ha manifestado disposición para recibir a compañías estadounidenses del sector para explorar oportunidades de negocio beneficiosas para ambas partes.
En la última ronda de conversaciones diplomáticas entre Cuba y EU, celebrada el pasado 27 de febrero en Washington, las partes acordaron que en las semanas posteriores La Habana recibiera a diversas delegaciones empresariales de varios sectores, entre ellos las telecomunicaciones.
Según trascendió entonces, el secretario de Estado adjunto estadounidense y Coordinador para las Comunicaciones Internacionales, Daniel Sepúlveda, es uno de los funcionarios que debe visitar la isla en marzo para dialogar sobre el tema.
Además de IDT, una compañía radicada en Nueva Jersey, en las últimas semanas otras empresas norteamericanas han mostrado su interés en ampliar negocio en la isla, como Apple, que ya ha autorizado la venta de algunos de sus productos y software; o Netflix, el gigante de distribución de películas y series de televisión online que ya ofrece sus servicios en Cuba.
Dentro de la isla han habido otros avances, como la decisión de Etecsa de lanzar una oferta temporal, vigente hasta el próximo mes de abril, que rebaja en un 50 % el alto costo de acceso a Internet en salas públicas; o su intención de duplicar las salas ya existentes para cerrar 2015 con unas 300, además de habilitar áreas públicas de conexión wifi.
En Cuba, la conexión en el domicilio tan solo está permitida a algunos profesionales, por lo que la población se tiene que conectar en esas salas, en las que una hora de navegación cuesta 4.5 dólares, una tarifa demasiado elevada en un país donde el salario medio ronda entre los 20 y los 30 dólares mensuales.
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