By Un viaje puede convertirse en un detonador estresante. Por un lado, esa sensación de tensión nos motiva a cumplir las actividades requeridas para organizar el viaje; por el otro, una vez que este fenómeno fisiológico sobrepasa nuestras capacidades, tendemos a irnos en picada: reaccionamos ante los problemas confrontándolos o escapando (no actuando).
Mientras tanto, el cuerpo resiente cambios para cumplir esas dos alternativas: sentimos que los músculos se tensan involuntariamente, desencadenando dolor de cabeza, estómago, espalda o cuello; nuestra respiración se acelera al obtener más oxígeno en la sangre, induciendo a la hiperventilación o ataques de pánico; el corazón bombea con tal fuerza que las contracciones son cada vez más duras, inflamando las arterias coronarias; tanto el sistema inmunológico y digestivo se debilitan; el deseo sexual se anula, así como el ciclo menstrual se vuelve irregular y doloroso, mientras que los hombres pueden sufrir de impotencia o una pausa en la producción de espermatozoides; las defensas del sistema inmunológico se reducen, volviéndonos vulnerables a ciertas infecciones.
Por lo que, para evitar esos malestares mientras estás de viaje, te recomendamos seguir estos consejos, y así disfrutar de las mejores vacaciones de tu vida:
- Crea un itinerario y mantenlo cerca. Escribe un itinerario con número de vuelos, horas de llegada y de partida, dirección de hoteles, teléfonos de emergencia, etcétera. Pregúntate cuáles son los aspectos importantes del viaje, y lo que necesitas hacer para lidiar con cualquier factor estresante. También es recomendable llevar en la maleta, un folder con las confirmaciones de los hoteles y boletos de avión.
- Viaja ligero. Lo mejor que puedes hacer para reducir el nivel de tensión, es viajar con lo menos posible. En una maleta, quizá con ruedas, puedes llevar lo necesario para tu viaje: en tan sólo 20 kg, y no dudes en repetir la ropa.
- Quédate durante dos o tres noches, mínimo. Si viajar para ti es un placer, entonces intenta quedarte en cada lugar al menos tres noches. Esto ayuda mucho a reducir los niveles de estrés, al evitar desempacar todo y disfrutar de cada lugar.
- Haz ejercicio en el hotel. Muchos hoteles cuentan con facilidades para ejercitarse. ¿Por qué no utilizar esta oportunidad para renovarte? Empieza a “turistear” a las 10 am, de ese modo tendrás tiempo suficiente para hacer ejercicio, tomar un largo baño y desayunar a gusto. Es una manera relajante de empezar el día.
- Lee los comentarios cuidadosamente antes de reservar en línea. No hay nada más estresante que encontrar que tu hotel está en remodelación o ubicado en una zona peligrosa. Revisa los comentarios recientes de los inquilinos.
- Llama a tu banco y a tu servicio de teléfono móvil antes de ir. Aunque la mayoría de las tarjetas se reciben en gran parte del mundo, es preferible que marques al banco dándole a conocer cuál será tu itinerario: asegúrate que todo esté en orden.
- Reserva tiempo extra para viajar. Cuando estás viajando en un tour de ciudad a ciudad, no hay modo en que te relajes. Para reducir la preocupación, ocupa el doble de tiempo que te tomaría viajar hacia el aeropuerto más cercano. Prevenir antes de lamentar.
- Duerme, medita o haz yoga mientras estás esperando. Durante algunos minutos puedes meditar o practicar yoga. Notarás que eso reducirá tu estrés durante el viaje.
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