Se esperaba una mayor participación, pero Tláloc jugó una mala pasada al Instituto Municipal del Deporte de Tijuana, que promovió el evento y abrió la llave desde la noche previa.
Aún así, desafiando el clima, estuvieron en el evento los niños que participan en los centros de iniciación del Imdet, muchos de ellos acompañados de sus padres, que no quisieron perder la oportunidad de estar cerca del que fuera, seguramente, su ídolo, cuando el Emperador vestía la camiseta del Tri, con el gafete de capitán incluido.
Luego del saludo del director del Imdet, Komar Rivera Fernández, a nombre del presidente municipal, doctor Jorge Astiazarán Orcí y de los mensajes del delegado de La Presa Rodríguez, Arturo Aguirre Gonzàlez y del Secretario de Desarrollo Social Municipal, Javier Camarena Salinas, arrancó la plática del Emperador, nativo de Texcoco, quien habló de sus inicios en el fútbol, de lo que batalló para llegar a la Primera División y luego a la selección nacional
“Deportistas ejemplares, como el caso de Claudio Suárez, son los que el instituto desea que se dirijan a nuestra juventud, para que se den cuenta que una vida sana, por medio de la activación física y el deporte, dan este resultado”, señaló Komar.
Durante la charla, Suárez pasó el micrófono a Juan Hernández, quien según el Emperador, fue su padrino al llegar al Tri y el ex americanista habló de sus experiencias en el fútbol de paga su trato, siempre cordial, con Claudio, con quien lleva una buena amistad.
Un charla corta, pero sustancial, de un hombre que se conserva sano, gracias a la activación física y el deporte, lo que recomendaron el Emperador, Hernández, Komar, Aguirre y el Secretario de Desom, con experiencia en maratones.
Y luego, el Emperador hizo un recorrido por las cuatro canchas en las que se impartieron fundamentos del balompié, alternando con los niños y jóvenes que respondieron a la convocatoria.
Siguieron después los autógrafos, muchos y Claudio Suárez no dejó a nadie sin su firma, en camisetas, balones y cartitas que repartió la paramunicipal del deporte, para que todos pudieran llevarse un recuerdo de la visita de tan ilustre jugador.
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