La ONU cifra los muertos en más de 40; hay muchas zonas incomunicadas. El devastador ciclón Pam dejó muertos y un panorama desolador a su paso, la madrugada de ayer, por Port Vila, capital del Estado insular de Vanuatu, en lo que según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) podría ser la peor catástrofe meteorológica que ha vivido la región del Pacífico Sur.
Elevado a la categoría 5, el peligroso ciclón pasó por varias de las islas del Estado de Vanuatu con vientos de más de 300 kilómetros por hora. De acuerdo con datos de Naciones Unidas (ONU), al menos 100 mil personas viven en la zona directamente azotada. Las autoridades confirmaron al menos ocho muertos en Port Vila, donde derribó miles de viviendas e incontables árboles y postes eléctricos.
La ONU habla de 44 muertos según informaciones no confirmadas. Muchas islas están incomunicadas.
El presidente de Vanuatu, Baldwin Lonsdale, quien se encontraba en Japón para participar en la cumbre mundial para la prevención de catástrofes, apeló a la comunidad internacional para que envíe “ayuda urgente” a su país para poder “hacer frente a esta devastación”. “No sé cuál sea la magnitud del impacto del ciclón, pero hago un llamado de ayuda urgente para superar esta situación”, dijo.
Chloe Morrison, de la organización humanitaria World Vision, afirmó que Port Vila ofrece “una imagen de absoluta devastación”, mientras que la directora de Unicef para Nueva Zelanda, Vivien Maidaborn, señaló que “esta catástrofe meteorológica podría ser la peor que jamás haya afectado a esta región del Pacífico”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, prometió a Lonsdale ayuda; la Comisión Europea ofreció un millón de euros. Francia y Reino Unido también anunciaron apoyo.
Agencias
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