Momento de calor, momento de fútbol vespertino. El Clásico De Clásicos, se disputa en la Jornada 15 y llega, tras un giro de 180 grados, como una oportunidad de reivindicación para las Águilas o la posibilidad de concretar el resurgimiento de Chivas. Resurgimiento extraño y casi milagroso.
Realidades a la inversa que en el papel debería indicar, es como llegan Guadalajara y América a una edición más del Clásico Nacional.
Las Chivas de Guadalajara salieron con el empate de Tijuana y se mantienen en el liderato del Clausura 2015, mientras que América tuvo la posibilidad de provocar que el Clásico fuera entre los 2 mejores de la tabla por primera vez desde 1987, pero fue goleado en casa por Querétaro.
El Rebaño viene como líder general con 24 puntos y tras perder a media semana la Final de la Copa MX, con un equipo mediamente alternativo. La parte anímica del chiverío no se vio tan afectada por esa derrota, por lo que José Manuel de la Torre, tiene el 95 por ciento de sus piezas a su disposición.
Las únicas bajas del cuadro tapatío serán las de Ángel Reyna por lesión y la de Rafael Márquez Lugo, quien anunció su retiro de las canchas al no reponerse de una molestia en la rodilla izquierda.
Omar Bravo está a dos goles de la marca histórica de Salvador Reyes, 122 por 120 que tiene el mochiteco para ser el máximo goleador del equipo, cifra que pudiera conseguir este domingo, pero que jamás ha podido marcarle doblete a las Águilas.
Luego de la comparación que se hizo de América con un Ferrari, Marco Fabián aseguró, que si se tratara de una carrera, Chivas sería un Lamborghini y ganaría el Clásico Nacional.
Al inicio del campeonato, el América presumía contar con un plantel con la potencia de un auto deportivo, incorporando refuerzos destacados a un equipo que recién celebraba convertirse en el máximo ganador del futbol mexicano.
En contraste, Chivas arrancó con el único objetivo de salvarse del descenso, luego de igualar a Puebla y Leones Negros en el fondo de la tabla de cociente.
Las metas eran totalmente opuestas, como lo eran los panoramas, y el arranque del torneo parecía dar razón a las expectativas, las Águilas sumaron sólo una derrota en siete partidos y las Chivas con irregularidad lograron tres triunfos en igual número de jornadas.
Chivas, a pesar de igualar de visita a Xolos, defendió el liderato general y llega con una derrota en la final de la Copa MX frente al Puebla, que sirvió como despedida de Cuauhtemoc Blanco del futbol profesional.
Para el día de hoy, los azulcremas llegarán en sexto lugar general, goleados 4-0 por Querétaro y con el sufrido empate en casa en la final de ida de la Liga de Campeones de Concacaf, ante el Impacta de Montreal.
Partido donde se dieron los regresos tras superar lesiones de Moisés Muñoz en el arco y Oribe Peralta en la delantera.
La duda será, aunque en conferencia dijo que iría con lo mejor, si no guardará algunos elementos para la vuelta en Canadá al no tener nada escrito. Aunque también, América está necesitado de darle una nueva alegría a su afición por la inconsistencia en este Clausura 20.
Se podría decir que Chivas es el obligado por no ganar desde 2012 un Clásico, mismo que fue en el Azteca con Van’t por 3-1, pero en casa no lo logra desde el Clausura 2011, cuando goleó 3-0 a las Águilas.
Pero del lado azulcrema también existe obligación, más que el orgullo que está en juego, los de Coapa ponen en riesgo una posible Liguilla, ya que una combinación de resultados y una eventual caída en tierras tapatías, podrían sacar al América de la zona de clasificación a la Fiesta Grande.
Cancha
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