By En tiempos de incertidumbre global, Tijuana envía una señal clara, en la que su industria avanza con paso firme. Los indicadores más recientes revelados por la Asociación de Recursos Humanos de la Industria de Tijuana (ARHITAC) muestran una baja sostenida en la rotación de personal, una disminución en el ausentismo y un crecimiento paulatino en las vacantes técnicas, consolidando un entorno laboral más estable, estratégico y orientado al bienestar del capital humano.
Estos resultados confirman una mejora en las condiciones internas de las empresas, y perfilan un nuevo modelo de gestión en el que la eficiencia organizacional y la retención de talento se vuelven piezas clave para el desarrollo económico de la región.
Durante la junta mensual de socios de ARHITAC, el profesor Alfredo González Rodríguez, director de Estadísticas de la asociación, presentó los resultados de la más reciente encuesta de salarios, vacantes y otros indicadores.
En este ejercicio participaron 109 empresas de la región, revelando que, para el segundo trimestre fiscal, existen 4,400 vacantes proyectadas en producción y 850 en funciones técnicas e ingenierías.
Aunque las vacantes directas disminuyeron respecto al año pasado, el crecimiento en el segmento técnico representa un avance significativo. “Estamos viendo también disminución en áreas especializadas como operadores de costura, y eso tiene una reducción del 5% comparado con lo que fue la última ocasión”, detalló González. Este ajuste, explicó, responde a una reconfiguración organizacional, como la fusión de funciones entre supervisores y técnicos.
Otro dato relevante es la evolución hacia esquemas laborales más humanos y eficientes. El 35% de las empresas ya ha implementado jornadas menores a 48 horas semanales, algunas operando con semanas de 40 horas. Además, el 40% adicional ya tiene listos sus planes de reducción de jornada en cuanto se formalice la ley correspondiente.
En cuanto a rotación, se reportó un promedio mensual entre 2.9% y 3.1%, niveles que reflejan una mejora notable respecto a años anteriores. “Considero, en mi opinión personal, que esto es resultado de que ya aprendimos a cómo aplicar tanto el salario emocional como el tangible para retener mejor al personal”, señaló el especialista.
El ausentismo no planeado también va a la baja, en gran parte gracias a una mejor comunicación entre supervisores y trabajadores, así como a la implementación de esquemas vacacionales más flexibles que permiten acuerdos sin necesidad de ausencias imprevistas.
En materia salarial, los puestos emergentes como analistas de datos e inteligencia destacan con aumentos de hasta el 11%. En el segmento indirecto, los ajustes se mantienen entre el 2% y el 7%, dependiendo del presupuesto y de políticas internas como la indexación o el tipo de cambio.
Por su parte, la Mtra. Diana Reyes Herrera, presidenta de ARHITAC, subrayó que la rotación acumulada entre enero y abril de 2025 se encuentra entre el 8% y el 9%, “un dato históricamente bajo”, afirmó. Aunque la oferta de empleos no es tan abundante como en años pasados, lo que se observa es una mayor madurez organizacional.
“Hoy las empresas están más enfocadas en fortalecer la cultura interna, en escuchar a sus trabajadores y construir sentido de pertenencia”, apuntó Reyes Herrera, al destacar el papel cada vez más estratégico de los departamentos de Recursos Humanos.
Así, la industria tijuanense se muestra resiliente, adaptativa y orientada al largo plazo. Más que un boom pasajero, el entorno laboral actual parece reflejar un modelo en evolución: uno donde las cifras hablan de equilibrio, y la gente encuentra razones para quedarse.
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