By Por: David Figueroa Zurita / Empresario y presidente del Grupo BOLT
En un país con una economía dinámica y retos constantes, las cámaras empresariales juegan un papel crucial como interlocutoras entre el sector privado y autoridades gubernamentales.
Estos organismos representan los intereses del empresariado, facilitando un diálogo constructivo para alcanzar acuerdos que impulsen el desarrollo económico y social del país.
Un claro ejemplo de liderazgo efectivo en este ámbito es Francisco Alberto Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de México (CCE).
Bajo su gestión, el organismo cúpula ha fortalecido su papel como aliado estratégico del gobierno, logrando avances significativos en temas como el aumento al salario mínimo, la implementación de planes hídricos y eléctricos, y la promoción del diálogo tripartito entre empresarios, trabajadores y gobierno.
La relación cercana y productiva que Cervantes Díaz ha construido con la presidenta Claudia Sheinbaum es un modelo de colaboración que beneficia al país.
Este vínculo ha permitido consolidar acuerdos que equilibran las necesidades del sector privado con las prioridades gubernamentales, siempre con una visión de largo plazo.
Como él mismo lo ha asegurado, 2025 será un año prometedor para el sector privado, en gran parte gracias a la confianza y la certidumbre generadas por este diálogo constante.
Además, Cervantes Díaz ha demostrado una capacidad excepcional para fortalecer las estructuras internas del CCE, impulsando la participación activa de las cámaras afiliadas y promoviendo una visión unificada que abarca desde las pequeñas empresas hasta los grandes corporativos.
Su enfoque en la innovación y el desarrollo sostenible ha colocado al CCE como referente nacional e internacional, evidenciando que el liderazgo empresarial puede ser un catalizador clave para el progreso económico y social del país.
Sin embargo, la labor de las cámaras empresariales no se limita a los grandes proyectos nacionales; también abarca el desarrollo regional.
En este contexto, destaca la nueva misión de Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico, organismo clave en la promoción de la relocalización de empresas en México.
Altagracia ha liderado esfuerzos para consolidar una lista de empresarios y CEOs de sectores estratégicos —farmacéutica, automotriz, energía, construcción, turismo y manufactura, entre otros—, quienes están comprometidos con acelerar las inversiones privadas y fomentar un crecimiento sostenible, con énfasis en las metas económicas cuantitativas y las cualitativas, como el cumplimiento de estándares laborales y ambientales.
Por ejemplo, en el turismo, su visión incluye aumentar la derrama económica nacional mediante estrategias que posicionan a México como un destino competitivo a nivel global.
Con el privilegio de contar en México con líderes de la talla de Cervantes Díaz y Gómez, podemos confiar en que el potencial económico del país se fortalecerá mediante gestiones eficientes y visión colaborativa.
Su trabajo demuestra que el sector privado y el gobierno no son adversarios, sino aliados estratégicos comprometidos con la construcción de un México más próspero, equitativo y sostenible.
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