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Bebé Cardio, refugio de esperanza para corazones infantiles en Tijuana

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La misión de esta asociación es diagnosticar y reparar corazones para salvar las vidas de cientos de niños.

En 2018 Tijuana vio nacer una iniciativa que ha transformado la vida de cientos de niños y sus familias: Bebé Cardio A.C. 

Esta asociación, sin fines de lucro, se creó con el propósito de atender a los niños que padecen cardiopatías congénitas, malformaciones cardíacas que afectan a 1 de cada 100 recién nacidos en todo el mundo.  

En entrevista con CAMPESTRE, Cristal Jiménez Toscano, evoca que el nacimiento de Bebé Cardio estuvo impulsado por un encuentro decisivo con el Dr. Adrián Sánchez Flores, cardiólogo pediatra intervencionista, ambos fundadores de Bebé Cardio, tras identificar la alarmante carencia de programas médicos especializados en la región. 

“Esta carencia motivó la creación de Bebé Cardio, dirigida a ofrecer soluciones reales y tangibles en un ámbito donde cada minuto cuenta”, explica. 

Recuerda que el primer paso de la fundación fue realizar un estudio exhaustivo sobre la prevalencia de las cardiopatías congénitas en Tijuana.  

“Durante varios meses, el equipo de Bebé Cardio se dedicó a recopilar datos y evaluar cuántos niños en la ciudad habían sido diagnosticados con estas condiciones y, más importante aún, cuántos de ellos no estaban recibiendo el tratamiento adecuado”, añade. 

Este análisis reveló una situación crítica que necesitaba una respuesta inmediata. Así, con determinación firme y el claro enfoque en la acción, Bebé Cardio comenzó su labor con la realización de jornadas diagnósticas que permitieron identificar a los pequeños pacientes que requerían intervención. 

“En 2019, llevamos a cabo nuestra primera jornada de diagnóstico y también organizamos nuestro primer evento de recaudación de fondos. En 2020, realizamos nuestra primera intervención cardiovascular.» 

LOS RETOS A ENFRENTAR
Desde su creación, Bebé Cardio se ha encontrado con retos significativos que han puesto a prueba la resiliencia y compromiso de su equipo.  

Para su directora, uno de los principales obstáculos ha sido la ausencia de infraestructura médica adecuada para tratar las cardiopatías congénitas en Baja California, ya que la región carece de los recursos e instalaciones necesarias para abordar estas complejas condiciones de manera efectiva, lo que ha obligado a la fundación a buscar alternativas y colaborar con centros médicos en otras partes del país. 

El aspecto financiero es otro desafío considerable. Las intervenciones quirúrgicas que requieren estos niños son extremadamente costosas, con precios que pueden superar el millón de pesos en casos complejos.  

Esto hace que el acceso al tratamiento sea inalcanzable para muchas familias, lo que aumenta la presión sobre Bebé Cardio para recaudar los fondos necesarios.  

Pese a estas dificultades, la fundación ha financiado numerosas operaciones con donaciones y eventos de recaudación, demostrando que, con esfuerzo colectivo, es posible superar incluso los mayores obstáculos. 

Además de los desafíos estructurales y financieros, Bebé Cardio también se enfrenta a la falta de información entre las familias sobre las cardiopatías congénitas.  

“Muchos padres de familia desconocen que estas malformaciones pueden ser tratadas si se detectan a tiempo, lo que resulta en diagnósticos tardíos y complicaciones que podrían haberse evitado. La fundación ha trabajado arduamente para educar a la comunidad, organizando talleres y campañas informativas que buscan aumentar la conciencia sobre la importancia de la detección temprana y la intervención oportuna”, destaca. 

CÓMO LOGRARLO

«Personalmente, prefiero enfocarme en lo que podemos lograr. Creo que los resultados de Bebé Cardio reflejan esta mentalidad, ya que centramos nuestra atención en los niños. Si tenemos la oportunidad de salvar una vida hoy, lo hacemos. Nos enfocamos en lo que está en nuestras manos y en nuestro control. Esta colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y el sector empresarial nos permite salvar corazones, lo cual es parte de lo que hace especial a Tijuana.», menciona. 

«Tijuana tiene un espíritu generoso, lo cual se refleja en cómo la ciudad abre sus puertas a los niños que necesitan ayuda, sin importar si son de México u otro país. Al estar en la frontera, no podemos clasificar a los niños por su nacionalidad, sino que debemos enfocarnos en sí tienen un defecto en el corazón y hacer lo posible para ayudarlos.» 

 

 

 

HACIA UN FUTURO DE ESPERANZA
Bebé Cardio ha logrado avances notables desde su fundación. Hasta la fecha, la organización ha realizado más de 500 diagnósticos preventivos y ha intervenido en 162 casos, brindando a estos niños una segunda oportunidad para llevar una vida normal. Estos logros no habrían sido posibles sin el apoyo de la comunidad y la colaboración con el sector empresarial, que ha sido fundamental para la sostenibilidad de la fundación. 

Por lo pronto, Cristal Jiménez tiene una visión clara para el futuro de Bebé Cardio. «Queremos que Baja California se convierta en un referente en la atención de cardiopatías congénitas», afirma con convicción.  

La directora también sueña con establecer un sistema de atención médica especializado que pueda replicarse en otras partes del país, asegurando que ningún niño con estas condiciones quede sin tratamiento. 

«Aunque podríamos establecer un límite anual en el número de niños que atendemos, no tenemos el corazón para hacerlo. No crecer significaría condenar a muerte a muchos niños. La enfermedad misma nos obliga a actuar y expandir nuestros servicios. Nuestra meta es que Tijuana y Baja California se conviertan en ejemplos de un sistema médico eficiente en todas las etapas de la atención infantil.» 

Casi para concluir la plática, Cristal nos refiere que el compromiso de Bebé Cardio con la salud infantil no termina en la sala de operaciones.  

La fundación también trabaja en la creación de programas de seguimiento para niños intervenidos, garantizando que reciban la atención necesaria durante su recuperación.  

Además, están explorando nuevas formas de involucrar a la comunidad, con la esperanza de ampliar su red de apoyo y asegurar que cada vez más personas se unan a su causa. 

«Nos encantaría que la ciudadanía participara más en nuestros programas, aunque por ahora nuestras actividades se han centrado en el sector empresarial y en eventos como nuestro torneo de golf anual. La participación ciudadana en eventos es limitada debido a la falta de tiempo y recursos, pero esperamos poder ampliar nuestra base de apoyo en el futuro.» 

«Somos una donataria autorizada. Al ser una organización pequeña, resulta difícil planificar y dar a conocer nuestra causa, ya que la necesidad siempre supera nuestros recursos. Nos encantaría tener más presencia y participación por parte de la ciudadanía, pero actualmente nos enfocamos más en campañas en universidades. Sin embargo, para todos los empresarios que busquen apoyarnos, es importante que sepan que ofrecemos deducibles de impuestos a quienes donen.» 

Bebé Cardio ha demostrado que, con determinación y un enfoque claro, es posible cambiar el destino de cientos de niños, como ya lo ha demostrado en estos seis años, a través de su trabajo incansable, la fundación ha salvado vidas, brindado esperanza y construido un futuro más brillante para aquellos pequeños y sus familias que han sido diagnosticados con algún mal en su corazón. 

 

«Es crucial revisar el corazón de los niños y asegurarse de que no haya condiciones que afecten su salud. En un entorno fronterizo, donde los sistemas de salud son más frágiles, es aún más importante que haya educación y conciencia sobre las enfermedades cardíacas congénitas. Las revisiones frecuentes y el seguimiento médico son fundamentales para prevenir complicaciones graves», concluye Cristal Jiménez Toscano.

Alfredo Dueñez, líder forjado en el crecimiento de Baja California

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