By Durante los últimos años ha sido recurrente escuchar pronunciar a las autoridades que en Tijuana existe la llamada “zona blindada”.
Sin embargo, y tras varios hechos delictivos de alto impacto acontecidos durante los últimos meses, todo indica que la “zona blindada” no es, precisamente, una zona completamente segura, llegando a sobrepasar en índice de criminalidad a otros puntos rojos de la que es la ciudad más poblada del país.
Conformada por los distritos financiero, gastronómico, comercial y hotelero, así como diversas oficinas y lujosos condominios habitacionales, este sector en Tijuana, enclavado en la delegación Centro, es el corazón de la ciudad, y donde irónicamente se asientan con sus cuarteles las dependencias de seguridad, tanto federales, estatales y municipales
NINGUNA ZONA QUEDA EXENTA
En días pasados, y tras la ejecución de un hombre en el estacionamiento de una céntrica plaza comercial del bulevar Agua Caliente, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, Roberto Quijano, mencionó que generalmente los delitos de alto impacto que cobran la vida de los ciudadanos solían presentarse en la Zona Este, sin embargo, estos ya se estarían todos los lugares sin importar su ubicación.
Apenas en noviembre pasado, la alcaldesa Montserrat Caballero mencionó que “Hoy por hoy ninguna zona está exenta, la delincuencia no mide, ya no hay zonas exentas, ya no hay zonas blindadas; yo creo que esto es un hecho que vemos en todo el país”.
Como se recordará, durante las últimas semanas del 2022, en otros puntos del bulevar Agua Caliente, grupos delincuenciales han realizado diversos ajustes de cuentas o han protagonizo eventos como el del pasado 20 de diciembre, donde un sujeto dejó abandonada una camioneta frente a las Torres de Agua Caliente, misma en su interior tenía los cuerpos apilados de seis personas, entre ellos el de una mujer.
Dicha situación ha desembocado fuertes críticas hacía la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, quien, en voz de su titular, Fernando Sánchez González, han recalcado en anteriores declaraciones, que desde hace quince años, la Zona Centro es la demarcación con mayor incidencia delictiva de la ciudad, exponiendo que aunque es el primer cuadro, y donde confabulan los distritos bancarios, restauranteros, comercial, y son blindadas, eso no significa que en ellas no se cometan delitos, enfatizando que el problema en la percepción de la población es que los incidentes que se cometen en las zonas blindadas llaman mucho la atención.
El organismo que también se ha pronunciado al respecto, ha sido el Centro de Estudios Económicos de Baja California, quien, en voz de su presidente, Luis Roberto Valero Berrospe. subraya que con una incidencia delictiva al cierre del 2022 que creció 12% con relación al 2021 y que resulta ser la mayor de los últimos 5 años, la inseguridad agrava la “policrisis” y el estancamiento “cuasi secular”.
Valero Berrospe añadió que en el 2022 los bajacalifornianos vivieron la peor inseguridad en cinco años, con un avance anual del 18.3 por ciento.
«Y lo peor es que de los robos a transeúntes el delito brinco a los secuestros, que registraron la mayor cifra en ocho años, con un aumento anualizado del 20 por ciento», aseguró.
En ese sentido, comentó que los datos de inseguridad que escalaron a niveles preocupantes llegan a esta confluencia de calamidades que se pueden definir como policrisis, acentuando el estancamiento económico de más de dos décadas “debido a la debilidad de la demanda, castigada hoy desde adentro por los pobres niveles salariales, y desde afuera por una recesión mundial latente”.
Cifras de la Fiscalía del Estado, refieren que, en total, durante el pasado 2022, en Tijuana se cometieron 46,822 delitos, entre los que se contabilizan robo de vehículos, robo con violencia, robo en vía pública, robo a comercios y asesinatos, de lo que se llegó a los 2052, destacando que varias de estos se realizaron en vía pública o comercios afines a la “zona blindada”.
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