Así es conducir un Rolls-Royce Ghost de casi medio millón de dólares

Suave como la mantequilla y sellado del mundo exterior, es como «sentarse en la sala de estar con gafas de realidad virtual».

“El lujo”, dijo una vez la épicamente elegante Gabrielle “Coco” Chanel, “es una necesidad que comienza donde termina la necesidad”. 

Esa idea insinúa que las cosas realmente especiales son, de hecho, el siguiente paso lógico cuando realmente no necesitamos nada en absoluto. 

Piense en ello como la punta de lanza paradójica de la jerarquía de necesidades de Maslow ; las golosinas que quieres es todo lo que puedes dejar atrás.

Dicho así, un fin de semana de invierno en Quebec puede ser un esfuerzo electivo, pero el atasco del siguiente nivel es elevarlo con un recorrido panorámico acompañado de excelente comida, refugio y cortesía. 

No los aburriré con los detalles de la escapada seleccionada por Rolls-Royce: el Hotel Quintessence de 30 habitaciones en Mont Tremblant, la pintoresca ternura AF de un pueblo para esquiar, o cómo se le recordó a este californiano de sangre caliente del sur. que la raclette y la fondue son fortificantes efectivos para el clima helado. 

Para promocionar su particular marca de je ne sais quoi rodante, el fabricante de Goodwood organizó un recorrido por el campo nevado a las afueras de Mont Tremblant en un corcel con tracción total que uno no suele asociar con los 4×4: el Rolls-Royce Ghost. 

La improbable pareja de baile combina fragmentos de la matriz de productos actual de Rolls-Royce. Si bien el diseño básico y las puertas operadas eléctricamente también se encuentran en el Phantom de cuatro puertas más grande, alto e imponente de Rolls, el Ghost más humilde dice tener tracción en las cuatro ruedas, una característica que un representante de RR dice que «nunca» encontrará su camino a el majestuoso buque insignia. 

Por supuesto, la característica también se puede encontrar en Cullinan, el ultra imponente SUV de la marca, y también se presentará en el cupé Spectre que se lanzará a finales de este año. Pero esa es una historia completamente electrificada para otro momento. 

Si bien el Cullinan podría haber sido la opción obvia para este mambo de baja temperatura, resulta que el Ghost es un sustituto sólido para la conducción en condiciones climáticas adversas. No, no está hecho para la conducción por senderos o fiordos de ríos o las actividades de aventura en hielo y nieve que encontrarás fuera de lo común en estos climas hibernales. 

Pero cuando se equipa con neumáticos de invierno y se conduce por las intrincadas carreteras rurales del norte de Montreal, Ghost brinda tanto aislamiento del mundo exterior que es como si estuviera sentado en su sala de estar con gafas de realidad virtual. 

Una vez sellado en la cabina (que se puede lograr manteniendo presionado el botón eléctrico de la puerta montado en la consola central), el interior se convierte en una cámara de aislamiento herméticamente sellada de los elementos del exterior. 

¿Asientos y volante calefactables? Controlar. ¿Masaje? De rigor. ¿Cientos de luces de fibra óptica en lo alto emulando el cielo nocturno? Archiva bajo: cosas que nunca supiste que necesitabas.

Si el peso es confianza, este Roller tiene derecho a ser una de las cinco plazas más engreídas en la carretera. Con un peso de 2,8 toneladas y desplazando su masa sobre enormes neumáticos de invierno situados en las cuatro esquinas de este sedán de carrocería grande, el Ghost tiene un grado inherente de estabilidad que lo hace sentir seguro sobre caminos helados. Aunque puede alcanzar las 60 mph en 4.6 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente de 155 mph, el Ghost es mejor cuando su V12 de 563 caballos de fuerza corre a bajas revoluciones, enviando ondas de torque a través de la transmisión que cambia imperceptiblemente. 

Aunque no es la forma más nítida y deportiva de moverse, ese es exactamente el objetivo de esta caja de cambios de ocho velocidades, ya que utiliza datos satelitales sobre el camino para determinar cuándo mantener los cambios y cuándo plegarlos (suavemente). El viaje es suave como la mantequilla y el silencio de la tranquilidad es relajante,