La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer un nuevo equipo económico de línea ortodoxa para su segundo mandato, que a partir de enero tendrá el desafío de reactivar el crecimiento, aumentar el ahorro público y convencer al mercado.
El nuevo equipo de la mandataria de izquierda incluye a Joaquim Levy, un hombre cercano al mercado, al frente del Ministerio de Hacienda.
Según el futuro ministro de Hacienda, el ejecutivo fijará una meta de superávit fiscal primario (ahorro para el pago de intereses de la deuda pública) de 1.2% del producto interno bruto (PIB) para 2015 y “no menor a 2%” para 2016-2017. También prometió un drástico control de la inflación.
Los mercados esperaban un cambio tras la reelección de Rousseff, luego de cuatro años de magro crecimiento. “Alcanzar esa meta (de superávit fiscal) será fundamental para el aumento de la confianza en la economía brasileña”, dijo Levy en una conferencia de prensa.
La meta, que era de 3.1% del PIB, disminuyó a 1.9% en 2013 y se esperaba una cifra similar para 2014. Sin embargo, hasta septiembre de este año, el gobierno solo logró ahorrar el equivalente a 0.61% del PIB.
Levy -quien reemplazará al ministro saliente Guido Mantega, en el cargo desde 2006- es un liberal de 53 años, con una amplia experiencia en el sector financiero privado y la administración pública.
Desde 2010 era el director de la gestión de fondos de inversión del banco Bradesco, el segundo mayor banco privado de Brasil.
El diario Folha de Sao Paulo lo describió como “adicto al trabajo, franco en el límite de lo maleducado” y “tan terco como Dilma” Rousseff.
La presidenta enfrenta un segundo mandato complicado. El PIB de la séptima economía mundial, que en 2010 se disparó 7.5%, crecerá apenas por encima de cero este año y la industria está en retroceso. La inflación es elevada, de 6.59% en 12 meses, por encima del techo de la meta oficial.
Conocido ya en los pasillos de la presidencia como Manos de tijera, Levy fue secretario del Tesoro en el primer gobierno de Lula da Silva (2003-2010), cuando un equipo económico ortodoxo dio tranquilidad a los mercados ante los temores por la llegada al poder del ex líder sindical.
Formado en ingeniería naval en Brasil y doctorado en economía por la Universidad de Chicago, ocupó varios cargos en organismos internacionales como el FMI (Fondo Monetario Internacional), el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Banco Central Europeo.
El mercado reclamaba insistentemente un cambio en el liderazgo económico del país, menos injerencia oficial en empresas y bancos estatales y más austeridad.
La mandataria, reelecta en octubre por menos de tres puntos porcentuales frente a su rival socialdemócrata Aécio Neves, completó su nuevo equipo económico con el nombramiento como ministro de Planificación de Nelson Barbosa, de 45 años.
Alexandre Tombini, presidente del Banco Central desde 2011, fue confirmado en el cargo. De 50 años, es un funcionario de carrera de la institución monetaria pero es considerado también un hombre del mundo financiero.
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REACCIONES
La designación del economista Joaquim Levy en el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff es “lo mismo que invitar a un funcionario de la CIA para dirigir la KGB rusa”, dijo el opositor Aécio Neves al diario O Globo.
El también ex candidato presidencial se refirió con ello a las agencias de inteligencia de los países rivales: Estados Unidos y Rusia. Miembros del oficialista Partido de los Trabajadores también objetaron el nombramiento.
Pese a un nuevo equipo económico que complace al mercado, la Bolsa de Sao Paulo cerró con una caída de 0.68% . El real, en tanto, perdió 0.91%, al venderse a 2.53 unidades por dólar.
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