Como era de esperarse, la actriz de Televisa Angélica Rivera, esposa del presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo su verdad sobre la adquisición de la mansión millonaria por medio de un Video, con las tablas que le da la experiencia del manejo de las camaras, la ex esposa del Güero Castro, tomo el control del momento y con voz dura y gesto adusto (Tal como lo hace una buena actriz) se dirigió al Pueblo de Mexico.
La Gaviota, muy digna, ahora que se descubrió todo el entramado, detrás de la compra de un terreno y la construcción de una Gran Mansión de mas de 6 millones de dólares, anunció hoy que pondrá a la venta sus derechos sobre una residencia ubicada en Las Lomas, una de las zonas de mayor lujo de la ciudad de México, para evitar que siga siendo motivo de conjeturas.
Luego de señalamientos de prensa que cuestionaban la forma en que Rivera adquirió una vivienda en las Lomas de Chapultepec valuada en 54 millones de pesos, la Primera Dama publicó en su portal web angelicarivera.com, el contrato firmado por ella el 12 de enero de 2012.
En el mismo portal, se desplegó un video donde aparece la Primera Dama leyendo la forma en que adquirió la residencia, además de anunciar su decisión de vender los derechos derivados de los contratos de compraventa porque «no quiero que siga siendo un pretexto para ofender y difamar a mi familia».
Este martes, el mandatario había anunciado que le solicitó a su esposa que personalmente aclarara ante la sociedad y la opinión pública la forma en que compró el inmueble, ya que «es un llamado a quienes tenemos responsabilidad pública a ser claros sobre nuestro patrimonio».
Ante tal llamado, esta noche Rivera apareció en un video leyendo un mensaje en el que inicia diciendo: «Hoy he decidido dirigirme a todos los mexicanos porque ustedes tienen el derecho a conocer la verdad; yo no tengo nada que esconder como ciudadana; aún sin ser servidora pública me siento con la responsabilidad de explicarles, paso a paso, todo lo relacionado con la casa que ha sido cuestionada por algunos medios de comunicación».
En la lectura de su mensaje, describió que trabajó 25 años con Televisa, empresa con la que ha celebrado distintos contratos. La última renovación fue en el 2004 y en el marco de dicho documento se le otorgó en 2008 el uso y goce de la casa ubicada en Paseo de las Palmas No. 1325, donde empezó a vivir ese mismo año.
Tal contrato lo dio por concluido, de mutuo acuerdo con la televisora, el 25 de junio de 2010 y en el mismo se impusieron obligaciones. Entre ellas, el pago con la propiedad de la casa que ya habitaba, cuyas escrituras se expidieron a su favor el 14 de diciembre de 2010. La casa se le pagó con un monto de 88 millones 631 mil pesos más IVA.
«Para dar por terminado el contrato, me comprometí con la empresa Televisa a no trabajar con ninguna otra televisora por el plazo de cinco años», dijo Rivera. «Así, les demuestro que tengo la capacidad económica y recursos propios, que me han permitido construir un patrimonio para mí y para mis hijas».
Además, detalló que «en mi declaración fiscal de 2010, año en que celebré el convenio de terminación con Televisa, declaré ante Hacienda ingresos por la cantidad de 131 millones 690 mil pesos y pagué por impuestos, ese año, la cantidad de 39 millones 278 mil pesos».
Y subrayó: «Ante todas las acusaciones que han puesto en duda mi honorabilidad, yo quiero dejar muy claro ante todos ustedes, los mexicanos, que yo no tengo nada que esconder, que he trabajado toda mi vida y que gracias a eso soy una mujer independiente, que he sido capaz de construir un patrimonio con honestidad y con todo mi trabajo, siempre me he conducido con rectitud y por eso decidí a explicarles todo lo relacionado con esta casa».
Finalmente, Rivera admitió que conoció al ingeniero Juan Armando Hinojosa, tal como ha conocido a muchos otros empresarios y profesionistas. «Para continuar forjando un patrimonio para mis hijas, en el 2009 inicié la búsqueda de un terreno para construir una casa», reveló.
«Por las actividades inmobiliarias a las que se dedica (Hinojosa) le comenté que quería adquirir un terreno y construir una casa; acordamos que una de sus inmobiliarias adquiriera un terreno y construyera la casa a mi gusto y con el arquitecto de mi elección; yo me comprometí a que una vez que se terminara la construcción de la casa celebraríamos un contrato de compra-venta».
Y concluyó: «la inmobiliaria consiguió y adquirió en noviembre de 2009 el terreno de Sierra Gorda 150 que está junto a mi casa de Palmas, se inició la construcción de la casa en el mes de julio de 2010; tiempo después la inmobiliaria me comentó que el terreno de junto estaba en venta y se acordó que se compraría para integrarlo a la casa que estaba en construcción».
El Universal / Staff Campestre
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