Ana Lilia Durán registró un total de 210 Kilogramos, producto de 90 kilos en arranque y 120 en envión para terminar con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos Juveniles de Nanjing 2014.
Sus rivales más cercanas eran la ucraniana Sofiya Zenchenko y la mongola Ankhtsetseg Munkhjanstan, quienes se fueron con 208 y 207 kilogramos, respectivamente, en el total para cerrar en las posiciones 3 y 4. El oro fue ganado por la egipcia Sara Ahmed, quien totalizó 228 kilos, producto de 103 en arranque y 125 en envión.
“Fue un momento de mucha presión, darle, darle y meterle con todo”, dijo Ana Lilia Durán sobre la experiencia de haber subido al podio en unos Juegos Olímpicos Juveniles. “La fortaleza mental fue clave, por que al ver a tus rivales que suben más el peso para levantar, te presionas”, recordó.
“La muchacha de Mongolia me sacó cuatro kilos en arranque y yo dije, esto no puede ser, tengo que pelearle y tengo que ganarle y cuando la vi calentando en el envión, dije de aquí soy”. El trabajo de Durán se dio de manera fluida, con una buena estrategia por parte del entrenador José Manuel Zayas.
“Salieron las cosas conforme a lo planeado. Lo importante era analizar a nuestras rivales, principalmente la de Ucrania (Zenchenko) y la Rumana (Hulpan) pues eran las dos mejores de Europa”, dijo Zayas. “Pero también hubo una que nos salió de repente, como la de Mongolia (Munkhjanstan) y fue para la que tuvimos que ajustar y desarrollar la estrategia de tener un buen arranque, no perder la concentración ni el control, si lo conservábamos, en el envión tendríamos nuestro fuerte”, agregó.
“Fue arriesgar, pero con mucho análisis, con mucho estudio, fue mucho trabajo previo, tanto en la mesa como en la tarima, estando fuera de casa, pero al final regresaremos con una medalla”, dijo Zayas Flores, originario de Cuba, pero ya con un largo tiempo como entrenador en el Programa de Talentos de Baja California y entrenador nacional
. “Yo sabía que podía ganar, no cometimos errores, y al ver a mis rivales que fallaban, eso me subió el ánimo, le metimos 120 en el envión”, sostuvo la atleta, que de primera impresión parecía no creer que su sueño se estaba volviendo realidad. Sobretodo cuando terminó la competencia y sólo faltaba Ahmed para concluir.
La representante de Egipto se fue con 118 en el primer intento del envión y posteriormente con 125. Cuando buscaba los 129, el peso la venció, pero se mantuvo en la cima. “Fue muy sufrido, pero estoy muy agradecida con mi entrenador, con mi familia, con mi estado, con CONADE y con el INDE, que inclusive vinieron a verme”, recordó “Lili” Durán. “Estoy contenta de que me estén apoyando y estén conmigo, por que a pesar de todo lo que ha pasado aquí en China y de los meses que aquí he estado, pues les pude dar una medalla de plata a México”, reiteró.
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