Rusia se expone a más sanciones de Occidente si no se compromete a resolver el conflicto en el este de Ucrania, afirmó este viernes el primer ministro británico, David Cameron, que juzgó el comportamiento de Moscú «inaceptable». En un discurso ante el Parlamento australiano en Canberra, Cameron dijo que las actuales sanciones impuestas por Occidente están impactando en la economía rusa.
«La gestión de Rusia en Ucrania es inaceptable», declaró luego Cameron a la prensa, antes de dirigirse a Brisbane (este), donde el sábado y domingo se celebra la cumbre del G20, con la participación del presidente ruso Vladimir Putin. «Si Rusia adopta una actitud positiva en cuanto a la libertad y la responsabilidad de Ucrania, podrían retirarse esas sanciones», explicó Cameron.
Pero «si Rusia sigue agravando las cosas, podrían aumentarse las sanciones. Así de simple», apostilló. La Unión Europea, Estados Unidos y Australia han impuesto sanciones a Rusia por su papel en el conflicto del este de Ucrania, donde la acusan de estar apoyando a los rebeldes separatistas. El jueves, Rusia negó de nuevo haber enviado tropas al este de Ucrania.
«Una respuesta corta: no», declaró el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexandre Lukashevich, cuando le preguntaron si había soldados rusos en Ucrania. «Le digo de forma categórica y oficial que no hay ni hubo tropas o movimientos de tropas (rusas) en la frontera, no hablemos de una presencia de tropas en el territorio ucraniano», añadió.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que tiene observadores en la zona, confirmó, sin embargo, la llegada de material militar y la OTAN dijo el miércoles que se trata de refuerzos rusos. La portavoz del departamento de Estado estadunidense, Jen Psaki, aseguró el miércoles que Estados Unidos «continúa trabajando» con la Unión Europea con miras a instaurar nuevas sanciones contra Rusia por su «comportamiento inaceptable».
La jefa del gobierno alemán Angela Merkel había por su parte asegurado el martes que la Unión Europea no tiene previstas nuevas sanciones excepto la posibilidad de incluir nuevos nombres de responsables prorrusos en la lista de sancionados.
«Esperamos que el sentido común prevalecerá y que se comprenderá que la cooperación con Rusia no se puede llevar a cabo bajo la presión de las sanciones contra nuestro país», declaró Lukashevich.
El gobierno de Kiev y los occidentales acusan a Rusia de la agravación del conflicto en el este de Ucrania, donde han muerto más de cuatro mil personas desde abril y el alto el fuego decretado en septiembre ha sido violado en varias oportunidades.
En los últimos dos días «hemos visto columnas de material ruso, tanques rusos, sistema de defensa antiaéreos rusos, artillería rusa y tropas de combate rusas entrando en Ucrania», dijo el miércoles Philip Breedlove, comandante en jefe de las fuerzas aliadas de la OTAN en Europa.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, dijo este jueves estar muy preocupado por «la llegada masiva de tropas y armamento pesado procedentes de Rusia», en una conversación telefónica con su homólogo finlandés, indicaron fuentes de la presidencia.
«Según nuestras estimaciones hay actualmente ocho mil soldados rusos, quizás más, en nuestro territorio», dijo a la AFP un alto responsable de la seguridad ucraniana que no quiso identificarse.
Moscú había rechazado el miércoles las acusaciones «sin fundamento» de la OTAN y los intentos de crear un «sentimiento antirruso» en Europa. Denunció además el «aumento de la presencia militar extranjera muy cerca de las fronteras rusas».
El representante ucraniano en la ONU, Yuri Sergueev, aseguró el miércoles en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad que Rusia tiene en la frontera ucraniana cerca de 39 mil militares, 200 tanques, 640 sistemas de artillería y más de 120 aviones de combate.
Según Sergueev, las tropas rusas y los rebeldes podrían intentar primero tomar las regiones ucranianas rebeldes de Donetsk y Lugansk, que ahora los rebeldes prorrusos sólo controlan en parte, y luego intentar crear un corredor hacia la península de Crimea, anexada por Rusia en marzo.
La ONU dijo estar «muy preocupada por el riesgo de un retorno a la guerra total» en Ucrania, mientras que la OSCE advirtió que la llegada masiva de armas a las zonas rebeldes podría llevar a «un enfrentamiento más abierto».
El conflicto se agudizó desde las elecciones del pasado 2 de noviembre organizadas por los rebeldes en las zonas separatistas, denunciadas por Ucrania y los países occidentales, pero cuyo resultado fue reconocido de facto por Rusia.
Mientras tanto, los combates regresaron a los alrededores del aeropuerto de la ciudad de Donetsk, que se disputan hace meses el gobierno y los rebeldes, según un periodista de la AFP. El ejército afirma que cinco soldados ucranianos resultaron heridos en los enfrentamientos.
Los separatistas prorrusos y el ejército ucraniano combaten desde abril en el este del país, en una contienda que ha dejado ya más de cuatro mil muertos y cientos de miles de desplazados.
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