La embajada de Estados Unidos en México anunció hoy el inminente final de la construcción de un puente ferroviario fronterizo entre la población mexicana de Matamoros y la estadounidense de Brownsville, que será el primer cruce para trenes entre los dos países que se construye en más de un siglo.
Según un comunicado de la legación diplomática, el embajador estadounidense en el país latinoamericano, Anthony Wayne, y el cónsul general, Tom Mittnacht, «visitaron el nuevo Puente y Paso Ferroviario de Occidente», conocido en inglés como West Rail Bypass Bridge y que une los estados de Tamaulipas y Texas.
La nota destaca que «el puente es el primer cruce ferroviario que se construye entre los dos países en más de 100 años» y subraya los beneficios que el nuevo paso fronterizo comportará.
El cruce limítrofe «moverá el tránsito ferroviario del centro de ambas ciudades al exterior del área metropolitana, aliviando grandemente la congestión y tránsito, previniendo accidentes, reduciendo la contaminación auditiva y atmosférica», indica.
Además, «permitirá la renovación urbana en áreas que ahora ocupan los patios y vías del tren».
En el boletín Wayne afirma además que «pasos ferroviarios como éste son cruciales para el crecimiento y oportunidades económicas en ambos lados», sobre todo porque «más de un mil millones de dólares en bienes y servicios cruzan la frontera entre los Estados Unidos y México todos los días».
La embajada remarca que la culminación de la construcción del puente es «una alta prioridad bilateral bajo el Diálogo Económico de Alto Nivel entre los dos países, debido a la importancia para el comercio bilateral de cruces fronterizos eficientes».
«Casi ha finalizado la construcción del puente. Sólo se espera la instalación de equipo de monitoreo y la transferencia de personal de aduanas e inmigración para que empiece a operar», agrega.
Según informó el miércoles el diario mexicano Hoy Tamaulipas, el secretario de Desarrollo Económico y Turismo de ese estado del noreste mexicano, Alejandro Fernández Sandoval, informó esta semana que las primeras pruebas del futuro puente ferroviario serán en noviembre.
En 2012, el entonces presidente de México, Felipe Calderón, se desplazó hasta la zona para supervisar los trabajos de construcción del puente, un proyecto analizado por ambas naciones desde hace muchos años y que comenzó a erigirse en 2010 en el lado de Texas y a principios de 2011 en Tamaulipas.
La pasarela se ubica aproximadamente a 10 kilómetros al noreste de Matamoros, entre el Río Bravo y la actual vía ferroviaria que une esa población con Reynosa, y tendrá una longitud de 827 metros, de los cuales 539 metros estarán en el lado mexicano.
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