Tijuana

Agua Caliente: la historia de Tijuana que resiste el paso del tiempo

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A principios del siglo XX, Estados Unidos se sumió en un período oscuro conocido como la Ley Volstead, una época de prohibición que vetaba los juegos de azar y el consumo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, esta prohibición dio origen a diversos oasis de diversión y entretenimiento, y uno de los más destacados fue el icónico Agua Caliente.

Durante 1927, y alejada de las restrictivas regulaciones de prohibición que imperaban en Estados Unidos, en Tijuana surgió un proyecto audaz conocido como Agua Caliente.

Tres inversores adinerados, famosos como los «barones de la frontera» en los medios de comunicación, se unieron para financiar este ambicioso complejo turístico que satisfaría la creciente demanda de un ambiente decadente.

El líder de esta iniciativa fue Wirt G. Bowman, originario de Arizona, quien ya había dirigido con éxito un establecimiento de juego llamado Foreign Club, ubicado justo al sur de la frontera en Tijuana.

Bowman se presentaba como un capitalista autoproclamado, cuya fortuna acumulada en los negocios se igualaba a su habilidad para navegar la política, lo que le proporcionaba una perspectiva privilegiada para detectar y aprovechar las lagunas en la legislación.

Por otro lado, Barón H. Long, propietario de un exitoso hotel y club nocturno en California, aportó su valiosa experiencia en la industria hotelera, mientras que James N. Crofton, con su experiencia en carreras de caballos, completó el trío de expertos necesarios para construir un complejo de entretenimiento que incluyera bebidas alcohólicas y juegos de azar.

El encargado de dar vida al sueño de Agua Caliente fue el joven arquitecto de 19 años, Wayne McAllister, quien más tarde se convertiría en el diseñador del famoso restaurante Lawry’s en Beverly Hills.

El estilo arquitectónico del complejo fue una amalgama de influencias culturales, que incorporaba elementos populares del Art Déco y hacía alarde de la estética colonial mexicana, incluso coqueteando con el estilo renacentista de las misiones.

El florecimiento de Tijuana
Después de la Revolución Mexicana de 1910, Tijuana experimentó un florecimiento en deportes, ocio y entretenimiento, lo que la convertía en el lugar perfecto para establecer un refugio de lujo.

En ese momento, Estados Unidos estaba viviendo un periodo de escrutinio moral sobre el alcohol, la prostitución, los bailes sensuales y los juegos de azar. Esto abrió un enorme mercado en busca de placer y diversión, y Bowman, Long y Crofton no dudaron en aprovechar esta oportunidad para dar vida a Agua Caliente.

Con la construcción del complejo finalizada en junio de 1928, Agua Caliente se convirtió rápidamente en un destino de elección para la élite de Hollywood. Este opulento lugar de entretenimiento incluía un hotel de lujo, un casino, un spa y, más adelante, un hipódromo. Estas instalaciones atrajeron a un gran número de estadounidenses que se aventuraban al sur en busca de bebida, entretenimiento y la emoción de los juegos de azar.

Un sueño hecho realidad
Este complejo turístico se erigió a unos 3 kilómetros al sureste de la entonces incipiente ciudad de Tijuana, en un lugar que ocultaba un tesoro natural: un manantial de aguas termales que había sido apreciado desde el siglo XIX. Con audacia y visión, transformaron esta ubicación en un oasis en medio del árido paisaje, adornándolo con palmas datileras y otras especies, logrando recrear el ambiente de los antiguos sitios misionales de Baja California Sur.

El estilo que marcó época
La elección del estilo arquitectónico neocolonial fue fundamental. Este estilo respondía a la nostalgia de los visitantes estadounidenses por el «México antiguo», un escenario imprescindible para el auge del turismo en la época.

La elección resultó ser un acierto, ya que Agua Caliente desempeñó un papel crucial en el desarrollo del turismo en la región Tijuana-San Diego y se convirtió en uno de los primeros complejos turísticos de México que ofrecía una amplia gama de servicios, desde alojamiento hasta entretenimiento y juegos de azar.

El epicentro del glamour y la diversión
Agua Caliente atrajo a una creciente corriente de turismo, principalmente de Hollywood, que cruzaba la frontera en busca de diversión y entretenimiento. Entre los visitantes famosos se encontraban estrellas de cine de la talla de Clark Gable, los Hermanos Marx, Jean Harlow, Jimmy Durante, Bing Crosby, Dolores del Río y Lupe Vélez, entre otros. El complejo también sirvió como escenario para algunas películas, como «In Caliente» con Dolores del Río y «The Champ».

El casino, con salones de juegos como el Salón de Oro, un salón de baile, espectáculos en vivo, restaurantes y bares, se convirtió en el epicentro de la diversión nocturna. Aquí, la famosa actriz Rita Hayworth, conocida entonces como Rita Cancino, inició su carrera en la industria del entretenimiento con su espectáculo «Tarde Mexicana».

Un balneario de ensueño
El balneario de Agua Caliente fue uno de sus aspectos más destacados. Diseñado en un estilo neomudéjar, este lugar logró un efecto impresionante gracias a las palmas datileras y al agua de la piscina, alimentada por las aguas termales del manantial. El vestíbulo, con arcos ojivales y un intrincado artesonado de madera, evocaba la apariencia de una mezquita. Aquí se encontraban tiendas de joyería y perfumería.

El balneario ofrecía baños turcos y rusos, así como una piscina revestida con mosaicos de diseños estilizados. La chimenea del balneario, que adoptó la forma de un minarete, estaba decorada con mosaicos policromos y forjas que aún pueden admirarse en la actualidad.

Mucho más que entretenimiento
Agua Caliente no era simplemente un lugar de entretenimiento; también ofrecía servicios esenciales. Contaba con una lavandería, una cochera, una imprenta y una guardería que brindaba educación primaria para los hijos de los trabajadores. Además, tenía su propia estación de radio, XEBG, que marcó un hito en la radiodifusión con la introducción del transmisor portátil.

El complejo también albergaba el Hipódromo de Agua Caliente y el Club de Golf, ambos diseñados con arquitectura que se integraba perfectamente en el conjunto, ampliando así las opciones de entretenimiento y deporte en la región.

El fin de una era dorada
Desafortunadamente, durante el mandato del general Lázaro Cárdenas, los juegos de azar fueron prohibidos en México, lo que llevó al cierre y la expropiación del complejo de Agua Caliente. Sus puertas se cerraron definitivamente, poniendo fin a una era dorada de entretenimiento y glamour.

El renacimiento como centro educativo
En la década de los cuarenta, los edificios de Agua Caliente encontraron una segunda vida. Se convirtieron en el Instituto Técnico Industrial, un internado que extendió la educación a las zonas rurales desatendidas del estado. Los espacios se adaptaron a su nueva función educativa con cambios mínimos que preservaron la esencia arquitectónica del conjunto.

Este período también marcó la llegada de docentes refugiados de la Guerra Civil Española, quienes encontraron refugio y empleo en las instalaciones del instituto. Además, durante la Segunda Guerra Mundial, Agua Caliente albergó el primer Banco de Sangre de América Latina y una base de actividades militares bajo el mando del general Lázaro Cárdenas, donde se firmaron acuerdos con representantes del ejército estadounidense.

Una Segunda Renovación y Desafíos Actuales
En la década de los sesenta, los edificios de Agua Caliente tuvieron una segunda transformación. Albergaron escuelas, como una secundaria técnica, una escuela primaria y un jardín de niños. Sin embargo, esta época también marcó el inicio de un período de decadencia y abandono.

En los años setenta, un grupo de estudiantes, profesores y amantes de la historia intentó convertir el sitio en una Casa de la Cultura, pero la iniciativa careció de apoyo. A lo largo de los años, varias propuestas de preservación y restauración se encontraron con la indiferencia de la comunidad y las autoridades locales.

El futuro de Agua Caliente
Hoy en día, Agua Caliente es un lugar marcado por la lucha contra el paso del tiempo y el deterioro. Los edificios y monumentos que aún subsisten, como el Conjunto Minarete y el Conjunto de Bungalows, requieren una atención urgente para preservar su historia única.

En 1993, se dio un paso importante hacia la protección legal de Agua Caliente con la solicitud de su reconocimiento como Monumento Histórico. Esto sería un testimonio de la importancia de preservar su legado cultural y arquitectónico.

Agua Caliente es mucho más que una colección de edificios en ruinas. Es un testigo de una época dorada de entretenimiento y glamour que atrajo a celebridades de todo el mundo.

Es un recordatorio de la importancia de la preservación de nuestro patrimonio cultural y arquitectónico. La historia de Agua Caliente es un viaje a través del tiempo que nos enseña la importancia de valorar y proteger nuestra herencia cultural para las generaciones futuras.

Agua Caliente es un tesoro histórico que merece una nueva vida, una oportunidad de contar su historia a las generaciones futuras y de ser un faro cultural en el presente.

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