Un camión repleto de pasajeros se incendió ayer después de mediodía, en plena Laguna Salada. El vehículo se consumió totalmente por las llamas, que al parecer se originaron en el sistema de frenos de la parte posterior, pero sus ocupantes lograron salvarse, no así la totalidad de sus pertenencias.
Tremendo fue el susto que se llevaron 40 pasajeros del camión 1 de la empresa Coordinados del Norte que circulaba por la carretera federal 2, procedente de Tijuana y a la altura de la Laguna Salada, en el kilómetro 22, observaron cómo las llamas empezaban a invadir la unidad desde la parte trasera. El transporte que provenía de Tijuana y se dirigía a Durango, fue repentinamente parado por el chofer, ya que se comenzó a llenar de humo.
Desde que salieron de Tecate, algunos pasajeros que viajaban en los asientos pegados al motor, en el fondo del autobús, refirieron al conductor que «olía a quemado», a lo que el supuesto experto chofer dijo que posiblemente era la refrigeración, que no había problema.
Bajaron normal La Rumorosa, pero cuando circulaban por la recta de la Laguna Salada se dieron cuenta que los automóviles que los rebasaban, se les quedaban viendo como si algo anormal estuviera ocurriendo.
Justo pasaron el monumento a Pavarotti, cuando de plano el conductor del autobús se dio cuenta que las llantas traseras venían envueltas en llamas.
Como pudo, orilló el camión hacia el acotamiento. Hombres, mujeres y niños debieron abandonarlo rápidamente para ponerse a salvo. Todos lograron apearse ilesos y solo algunos requirieron de atención por parte de los paramédicos de la Cruz Roja, quienes acudieron al lugar, junto con Bomberos de Mexicali que encontraron ya solo el cascarón calcinado del ómnibus.
Agentes federales estuvieron asistiendo a los asustados viajeros y solicitaron de inmediato a través de su frecuencia de radio que se enviara de la misma empresa un camión de repuesto que pudiera continuar con la ruta del calcinado y llevarlos a sus destinos.
El siniestro ocurrió poco antes de las 13:00 horas y fue después de dos horas de espera a pleno rayo del sol que arribó el camión de repuesto para que los asustados pasajeros pudieran continuar su viaje.
La carretera fue cerrada al tráfico durante todo ese tiempo, por lo que la fila de vehículos procedentes de la zona costa se extendió por kilómetros. Muchos de los autos y camiones sufrieron calentamiento y varios fueron los automovilistas que en su desesperación, abandonaron la cinta asfáltica y se movilizaron por el acotamiento y la terracería, sin que su osadía los librara de esperar la lenta movilización de los cientos de carros y camiones que estuvieron varados bajo temperaturas superiores a los 34º centígrados.
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