By Autoridades carcelarias de Texas aplicaron hoy la pena de muerte a un hispano que fue encontrado culpable de matar a un agente de policía en San Antonio, Texas, en febrero de 2001.
El Departamento de Justicia Criminal de Texasinformó que Manuel Garza Jr., de 34 años, fue declarado muerto a las 18:40 horas de este miércoles (00:40 GMT del jueves), 26 minutos después de que se le comenzó a aplicar la inyección letal.
La ejecución fue realizada en la cámara de la muerte de la Unidad Carcelaria Walls, en Huntsville, unos 270 kilómetros al sureste de Dallas.
Garza fue declarado culpable en octubre de 2002 del homicidio del policía de San Antonio, John Anthony «Rocky» Riojas, y sentenciado a la pena de muerte.
Riojas patrullaba un complejo de apartamentos en el noroeste de San Antonio la noche del 2 de febrero de 2001, en busca de los ladrones de automóviles que habían plagado la zona.
Garza, quien entonces contaba con 20 años de edad y tenía cinco órdenes de arresto pendientes, incluidas dos por robo de automóvil, dio a Riojas un nombre falso cuando fue detenido y luego se echó a correr.
Riojas comenzó a perseguirlo, lo alcanzó y se produjo entonces un forcejeo en el que Garza logró tomar la pistola del agente y le disparó en la cabeza.
«A medida que empecé a correr el policía me estaba diciendo que parara. Yo sólo quería escapar. Yo sabía que iba a ir a la cárcel y no quería eso», dijo Garza en su testimonio a las autoridades, de acuerdo con documentos de la corte.
Garza fue detenido 26 horas después del incidente, pero no antes de que intentara vender el arma oficial de Riojas por 100 dólares.
En una entrevista a la estación de televisión KSAT de San Antonio la semana pasada, Garza reiteró la versión que sostuvo desde su arresto hace 14 años, de que la muerte del policía fue accidental.
«Él sacó su arma y en la lucha, al tratar de recuperarla y yo de mantenerla alejada, ésta se disparó», dijo Garza en la entrevista.
«Para tener remordimientos tienes que matar a alguien, y yo no creo que lo hice», dijo. «Creo que usted tiene que tener la intención y querer matar a alguien para tener remordimientos».
Garza se convirtió en el sexto reo en ser ejecutado en Texas en lo que va del año, y en el 524 desde que Texas reactivó la aplicación del castigo capital en 1982.
Las autoridades de Texas tienen programado realizar otras cinco ejecuciones en los próximos tres meses.
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