A partir de abril, una nueva y colorida obra pictórica decora las paredes del legendario restaurante Caesar’s en Tijuana. Se trata de Entre Tijuana y la Ley Seca del artista visual tijuanense Óscar Ortega, cuya trayectoria de 20 años incluye obras que ocupan destacados sitios de la ciudad, tales como la escultura ubicada en el cruce fronterizo de San Ysidro (2004), titulada Entre ventana y puerta.
A decir de Ortega, quien laboró cuatro meses en el proyecto del Caesar’s: “Es una obra muy bizarra… la más compleja de mis obras realizada en canvas“. Trabajada en acrílico polimérico, narra la historia de la avenida Revolución durante 1929, incluyendo representaciones que aluden a la Ley Seca. Muestra en particular a los negocios que ocupaban la avenida Revolución en esos años.
Ante unos doscientos asistentes que acudieron a la revelación de la obra en el Caesar’s, Ortega explicó cada uno de los elementos que presenta el cuadro, tales como un Rolls Royce de la época, ocupado por el presidente Roosevelt, quien el artista explicó fue el dirigente estadounidense durante la época de la depresión. Además de elementos históricos, el artista creó personajes que han impactado su vida como a la que llama “La mujer más buena del mundo“, que combina los aspectos físicos de las cuatro mujeres que ha amado en su vida.
La obra fue financiada y donada por la Promotora de Cultura de Baja California A.C., y recibió también el apoyo de la Fundación Baja California.
La familia Plascencia, propietaria del restaurante Caesar’s, en la Avenida Revolución, dispuso el espacio para exhibir la obra en donde estará de manera permanente.
Varios de los personajes que aparecen en el cuadro estuvieron presentes durante la inauguración, incluyendo al historiador fronterizo Leobardo Sarabia, quien junto a José Gabriel Rivera, del Archivo Histórico de Tijuana, asesoró a Ortega sobre los aspectos históricos de Tijuana en 1929.
“Los años veinte tienen una cualidad seductora tremenda“, dijo Sarabia, quien afirmó que estamos cerca del centenario de esa época y que se apreciará más la forma en que influyó esa etapa en la creación de las ciudades fronterizas. “Óscar hace una recreación con licencias artísticas porque hay traslapes históricos con gran creatividad… ofrece una visión obsesiva en los detalles, llena de intuiciones“, afirmó. Entre las licencias históricas, hizo referencia a secciones en el cuadro que muestran autos de los años 1930, a la presencia de turistas y a elementos que aluden a Tijuana como la Ciudad del Pecado, como se le llegó a conocer.
Por su parte, el director del Centro Cultural Tijuana, Pedro Ochoa, también presente en la celebración que incluyó la famosa ensalada Caesar’s y bebidas gratis para todos los invitados, dijo que “se trata de un acontecimiento cultural muy relevante para Tijuana… porque (la obra) contextualiza una parte muy concreta de la historia de la ciudad“. Considera que la obra se ubica en el hiperrealismo debido “a los rostros imaginados, la vida imaginada recreada con gran maestría”.
La obra, que mide 16 por 5.5. pies, lleva el subtítulo de El desfile de almas, aunque no solo representa a personas imaginarias sino elementos en cada ventana, mesa y cosas tiradas en el piso, cada una con un significado simbólico, a decir del pintor.
Pero para la hija del artista, la pequeña Miranda Ortega Gómez, que también ocupa un sitio en el cuadro alegremente jugando junto a un poste, solo había una cosa que decirle a los congregados, “Me gustó la obra”.
Se puede leer más acerca del artista Óscar Ortega en oscarortegavisualart.com.
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