Padres de los 43 normalistas rurales desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre pidieron el apoyo de Santiago Mazari Hernández, El Carrete, líder del grupo criminal Los Rojos, para que los respalde en la búsqueda de sus hijos.
En carteles pegados en el crucero de Rancho del Cura, antes de llegar a la cabecera municipal de Iguala, los jefes de familia dijeron que están dispuestos a reunirse directamente con el presunto capo, con la intención de hablar sobre la situación en que se encuentran sus hijos.
«Háganos saber de alguna manera cómo puede ayudarnos, estamos dispuestos a encontrarnos con usted si así lo desea», señala el mensaje dirigido hacia Mazari.
Emiliano Navarrete, padre de uno de los jóvenes desaparecidos, explicó que el mensaje es una respuesta a las mantas que El Carrete colocó en diferentes municipios del estado de Morelos a mediados de febrero.
En una de las mantas, El Carrete se deslindó de los ataques cometidos por la policía de Iguala y una célula de Guerreros Unidos, y apuntó que estaba dispuesto a dialogar con los padres, «para quitarles la venda de los ojos».
El padre de familia sostuvo que el llamado a El Carrete no es más que un reflejo de la desesperación en que se encuentran.
Los familiares pidieron al presunto criminal que si en verdad tiene información sobre el paradero de los 43 normalistas, busque la manera de hacerles llegar los datos que necesitan.
«Si dice que está dispuesto a dialogar con los padres, no me importa quién sea; si tiene algo que aportarme, pues que lo haga, que nos diga dónde y nosotros vamos a buscarlo», dijo Navarrete.
De hecho dejaron un numero celular para que Mazari Hernández los busque.
El Carrete es sobrino del diputado local del PT en Morelos Alfonso Miranda Gallegos, quien es investigado a niveles federal y estatal por diversos delitos y no ha podido ser desaforado.
De acuerdo con la investigación que la Procuraduría General de la República (PGR) ha realizado por la desaparición de los 43 normalistas, la dependencia cuenta con el testimonio de un presunto delincuente que aseguró que El Carrete «pagó» a José Luis Hernández Rivera, director de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, por enviar a los estudiantes a realizar «desmadres» a Iguala el 26 de septiembre de 2014.
En su declaración ministerial, Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, jefe de sicarios de Guerreros Unidos, señaló que al interrogar a uno de los normalistas, éste le reveló que la presencia de los estudiantes en Iguala fue porque los envió El Carrete, quien a su vez había pagado al director de la escuela rural.
El estudiante, según El Cepillo, le manifestó que «los desmadres» que pretendían llevar a cabo en Iguala, iban a hacerlos en coordinación con integrantes de Los Rojos.
Eso provocó que la PGR abriera una nueva línea de investigación y que invitara al director de la normal a comentar si sabía algo sobre el tema.
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