«En Australia y otros países el voto es obligatorio (…). Sería transformador si todo el mundo votara, eso contrarrestaría (la influencia de) el dinero más que ninguna otra cosa», reflexionó Obama durante una visita a Cleveland (Ohio), donde dio un discurso económico y respondió a preguntas de los ciudadanos.
El sufragio obligatorio, presente en países como Bélgica, Argentina, Brasil, Egipto o México, «cambiaría completamente el mapa político en este país», subrayó el presidente.
Un cambio en esa dirección en Estados Unidos beneficiaría más a Obama y su partido, el Demócrata, que a los republicanos, dado que sus potenciales votantes, jóvenes, minorías y mujeres solteras, son los que más tienden a no acudir a las urnas.
Esos jóvenes, minorías y mujeres solteras contribuyeron en gran parte a las dos victorias electorales de Obama (2008 y 2012), pero muchos de ellos se quedaron en casa en los comicios legislativos de noviembre pasado, ganados ampliamente por los republicanos y en los que la participación fue de solo un 37 %.
Varios republicanos, entre ellos el senador por Florida y potencial aspirante a la Casa Blanca en 2016 Marco Rubio, y medios conservadores reaccionaron enseguida contra los comentarios de Obama.
No votar «es una opción legítima (…) Yo desearía también que más personas participaran en la política, pero es su elección y es la elección de vivir en una sociedad libre», opinó Rubio.
Expertos en leyes han dejado entrever que establecer el voto obligatorio en EU es algo que «no va a ocurrir».
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